La operación, bautizada como "Opson IV", se llevó a cabo en diciembre de 2014 y enero de este año, pero Europol informó de ella mediante un comunicado. La Oficina Europea de Policía incluye entre los alimentos afectados mozzarella, fresas, huevos, aceite para cocinar y frutos secos, y explica que las inspecciones se realizaron en tiendas, supermercados, aeropuertos, puestos y polígonos industriales. "Este año, de nuevo, los resultados de Opson reflejan claramente la amenaza que representa el fraude alimentario, ya que afecta a todos tipo de productos y a todas las regiones del mundo", señaló el coordinador de Europol para las actividades en Europa, Chris Vansteenkiste. "La cooperación a nivel nacional e internacional es indispensable para detener a las redes criminales involucradas en este negocio", añadió. El jefe de Interpol para tráfico ilícito de bienes, Michael Ellis, dijo que "la comida y bebida fraudulenta representa una amenaza real para la salud y la seguridad", y añadió que algunos de los bienes retirados de la circulación podrían haber llegado a causar la muerte de los consumidores. EFE/D.com