Al cierre de esta edición se esperaban definiciones en el tema de la rebelión del Kosovo a medida que se acercaba el plazo fijado a los negociadores serbios y kosovares reunidos en Rambouillet, Francia. La preocupación mundial subió cuando se supo la respuesta del presidente ruso ante los planes de Estados Unidos de atacar a los serbios. "No permitiré que los toquen" fue su lapidaria sentencia.