La extendida percepción de que la corrupción está desbordada en Colombia no hizo más que afianzarse por cuenta del escándalo de Odebretch, la firma brasileña de construcción que pagó sobornos por 11 millones de dólares en el país. Ese episodio ha provocado que prácticamente todos los precandidatos quieran enarbolar la bandera de la lucha contra ese flagelo, y la idea de que carcome las finanzas públicas se confirma con el resultado del más reciente Índice de Percepción de Corrupción (IPC) de Transparencia Internacional, en el que Colombia se rajó con una decepcionante calificación de 37 sobre 100 y el puesto 90 entre 176 países. En ese informe, un dato llamó la atención. A pesar de que Brasil es el origen del gigantesco escándalo de corrupción que sacude el continente, en el que Odebretch admitió haber pagado coimas por casi 800 millones de dólares en una docena de países, sale mejor librado que Colombia en el IPC, pues ocupa el puesto 79, con una puntuación de 40.