Según la agremiación, como es claro, Colombia viene enfrentando un fuerte invierno con especial incidencia en la Costa Atlántica, golpeada con fuerza en el último trimestre del año pasado y que no acaba de recuperarse. A comienzos de este año, las inundaciones en Cundinamarca y Boyacá llevaron a una caída local de la producción de leche, luego de intensas semanas de lluvias y las consecuentes inundaciones de las tierras dedicadas a la producción de leche, perfilando una crítica situación para hatos lecheros, industrias locales y nacionales, y comercializadores de leche y productos lácteos. Los inventarios disponibles de productos lácteos, confirman esta situación de desabastecimiento. De acuerdo con cifras oficiales del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, las reservas de leche en polvo bajaron en 69%, pasando de 16.000 a 5.000 toneladas en el último año. En igual período de tiempo, los inventarios de leche fluida pasaron de 16 millones a 9 millones de litros, lo que significa una baja del 43%. La recuperación de las tierras anegadas es labor de meses y a igual ritmo la producción nacional retomará sus niveles históricos. “Los industriales vienen apoyando a sus ganaderos proveedores desde el año pasado con programas de suministro de alimentos, capacitación, asistencia técnica y veterinaria”, manifestó Jorge Andrés Martínez, director Ejecutivo de Asoleche.