El Consejo de Guardianes de la revolución iraní, compuesto por jueces y clérigos conservadores, se retractó de su decisión de excluir a los políticos reformistas en las elecciones presidenciales. Respondió así al anuncio del partido opositor y reformista Frente Islámico Iraní de Participación que amenazó con boicotear las elecciones. Ante la alarma el presidente, ayatollah Ali Khamenei, ordenó al Consejo permitir la candidatura a Mostafá Moin, ex ministro de Educación, y a Mohsen Mehr Alizadeh, actual vicepresidente de deportes, pertenecientes al partido reformista. Las presidenciales serán el 17 de junio, pero la democracia en Irán sigue siendo fuertemente cuestionada, pues este año se presentaron 1.000 personas, incluso varias mujeres, pero sólo se aceptó la candidatura oficial de ocho, todos hombres.