Al uribismo definitivamente no le gusta la forma en que quedó confeccionado el acuerdo de paz con las Farc. Y no cae bien solo por temas ideológicos, sino también por posturas legales que -a juicio de esta corriente política- deben modificarse de inmediato para contrarrestar lo que allí se considera como "impunidad".La más reciente muestra pública de esta postura la esbozó su candidato presidencial, Iván Duque Márquez, quien desde su curul como senador y ahora como aspirante del Centro Democrático siempre ha sostenido que el andamiaje legal de los acuerdos de La Habana debe replantearse.Esta corriente de derecha, liderada por el expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez, es de la tesis de que los responsables de delitos atroces no pueden tener derecho a la participación política y que a todo acto relacionado con el narcotráfico debe imponérsele todo el peso de la ley, por lo que, en consecuencia, no debe tener ninguna relación (o conexidad) con el delito político.Puede leer: Iván Duque: El hombre del momentoEsos dos temas, precisamente, fueron parte de un arduo debate en la mesa de negociación de paz y en las altas cortes colombianas, donde se admitió que la conexidad sí puede existir en situaciones específicas del conflicto armado y que las Farc, en cabeza de sus líderes más representativos, tendrán 10 curules en el Congreso por los próximos 8 años. La discusión fue dura, pero actualmente todo esto es legal.Duque, inspirado por su jefe político -Uribe-, hizo su primera propuesta concreta para revertir este tema. Aseguró que de ganar la presidencia de la República, el mismo 7 de agosto -día de la posesión de los jefes de Estado- llevará a consideración del Congreso una reforma constitucional que modifique varios aspectos claves de los acuerdos de paz."Nosotros hemos dicho que las cosas que no le funcionan al país, en materia de la implementación de los acuerdos, hay que modificarlas y rápido. Nosotros queremos llegar al gobierno y el 7 de agosto a presentar una reforma constitucional, para que quede claro que el narcotráfico no es un delito conexo al delito político y por ende no debe ser un delito amnistiable", precisó recientemente Duque.Le recomendamos: "Nunca me he referido a quienes defendieron el Sí como mis enemigos": Iván DuqueEl candidato uribista siempre se ha apartado de la tesis de varios de sus colegas de partido relacionada con "volver trizas" los acuerdos con las Farc, pero ha sido claro en que deben modificarse prácticamente en su esencia. Es un hecho aceptado que la guerrilla se valió del narcotráfico para financiar sus actividades ilícitas, por lo que acabar con la conexidad con el delito político implicaría, en plata blanca, que sus líderes -incluidos los 10 que llegan al Congreso desde el 20 de julio- deberían ir a la cárcel y no a una curul en el Capitolio.  

En las elecciones del 11 de marzo el Centro Democrático logró 19 curules en el Senado y tiene coincidencia con las otras dos fuerzas mayoritarias del Congreso, Cambio Radical y el Partido Conservador, por lo que de lograr el poder y darle vida a esta enmienda a la Carta Política sería muy viable que lograra su aprobación.Duque, consciente de ese respaldo y siguiendo los lineamientos de su tendencia ideológica, agregó que la sustitución y erradicación de cultivos ilícitos debe ser obligatoria y no voluntaria, como quedó en algunos casos tras la firma de los acuerdos de paz. Y añadió que si aparecen nuevas caletas no reportadas tras la desmovilización de las Farc, eso debe ser tenido como base para quitar cualquier tipo de beneficio jurídico y político.

"Hay que hacer una reforma a todo lo que tiene que ver con el marco de justicia para que no se siga dando impunidad a los responsables de crímenes de lesa humanidad y que puedan además participar en política, que es un adefesio sin haber reparado a las víctimas, sin haber dicho toda la verdad y cumplido las penas", precisó Iván Duque Márquez.En contexto: El día en que Duque le dijo a Uribe "presidente eterno"El debate quedó nuevamente abierto por estas declaraciones del candidato uribista, quien también estuvo en medio de una controversia por la propuesta de su jefe político de revocar a las actuales cortes -que lo investigan- y promover la creación de un único tribunal. La polémica, seguramente, seguirá subiendo de decibeles.