La catedrática de 28 años escribió para el portal Pulzo.com una reveladora columna en la que expone su punto de vista sobre la adopción gay y la postura frente al estudio entregado por la universidad en la que trabaja. Por considerarlo un texto valioso para el debate, Semana.com lo reproduce en su totalidad.  Este es el texto de la columna Dudé mucho antes de escribir esto pero finalmente me decidí. Soy Juanita León, comunicadora social de la Javeriana, especialista en periodismo de Los Andes, directora de mercadeo del medio en el que se publica este texto y desde hace un mes: profesora de cátedra en la facultad de comunicación social de la Sabana. Pero también soy colombiana, tengo 28 años, tengo una familia hermosa y tengo una relación de seis años con una mujer que amo con todo mi corazón. Escribo esto con la intención de sentar mi posición y constatar la pluralidad que las universidades han tenido, tienen y tendrán dentro de sus instituciones. Incluso la Sabana tiene personas LGBTI como yo entre sus profesores, estudiantes y administrativos. Si nos rechazan o nos ignoran no lo sé, pero eso no quita la realidad. Seguramente si me hubieran preguntado mi orientación sexual durante el proceso de ingreso no me habrían aceptado y yo tampoco pensé que me considerarán una persona enferma, esto no quiere decir que oculte mi orientación sexual, todo lo contrario, cualquier persona que me conozca un poco sabe que soy abiertamente homosexual y me siento completamente orgullosa de serlo. Adicional al mensaje que no podemos pensar que toda la Sabana piensa lo mismo que el concepto de la Facultad de medicina, también quiero hablar como una persona con sueños de conformar una familia con hijos, los cuales serán criados junto a mi pareja en el entorno más sano y benéfico, tal como yo misma fui criada. En este punto lo único que me pregunto y que me gustaría preguntarles a los que se oponen a que las personas LGBTI adoptemos es: ¿Por qué una persona profesional, correcta, con una familia hermosa y mucho amor por entregar a un niño, no puede hacerlo? Y por otro lado ¿De verdad es mejor que esos niños que son abandonados por padres heterosexuales estén al cuidado de una institución que muchas veces no da abasto y no con una familia homoparental que lo único que quiere es darle amor y cuidado a un niño? Aunque llevo poco en la Sabana me gusta la institución y acepté la clase porque me gusta compartir lo que he aprendido en mi vida profesional, pero es una lástima que la universidad tome esta postura frente a la diversidad; ojalá algún día la gente se dé cuenta de que todos somos iguales y que los LGBTI simplemente merecemos los mismos derechos que cualquier ser humano, no estamos pidiendo más, simplemente lo mismo a lo que cualquier ciudadano tiene derecho. Soy orgullosamente lesbiana y no voy a ocultarlo. #SiALaAdopcionIgualitaria