Un kit contra el terrorismo, que incluye un imán para la nevera con los números telefónicos de emergencia para situaciones de crisis y consejos sobre qué hacer frente a un ataque, tiene en aprietos al primer ministro australiano John Howard. El envío del paquete a los hogares australianos costó cerca de 15 millones de dólares australianos (unos nueve millones de dólares americanos) y sus opositores lo acusan de despilfarrar el dinero de los contribuyentes y de usar el miedo como un arma política para buscar su reelección.