La Región Administrativa y de Planeación Especial (RAP-E), conformada por Bogotá y los departamentos de Tolima, Boyacá, Cundinamarca y Meta, ha venido trabajando en un plan de abastecimiento para mejorar la seguridad alimentaria de sus ciudadanos. Con apuestas en los frentes de la demanda, la oferta y la infraestructura, espera producir la cantidad necesaria de alimentos saludables para contribuir a la erradicación del hambre y buscar la prosperidad del agro de esta zona del país. Fernando Flórez, gerente de la RAP-E, explicó que la idea es contar con un sistema de información que permita tomar mejores decisiones para aumentar la productividad de la región. Por ejemplo, a través de la especialización de los campesinos de diferentes zonas en la producción de alimentos específicos, de acuerdo con las características de los suelos y las demandas de los grandes centros urbanos; de esa manera, se les garantiza que su producción tendrá un mercado al cual llegar. Los gobernantes electos de los cuatro departamentos y el Distrito Capital se han mostrado interesados en este plan, que viene trabajando la RAP-E hace más de diez meses. Para Ricardo Orozco, gobernador electo del Tolima, dos de los frentes que se deben fortalecer son el emprendimiento asociativo con visión de exportación y la infraestructura vial, en especial las vías terciarias. Por su parte, el gobernador electo de Boyacá, Ramiro Barragán, expresó su preocupación por los altos índices de despoblamiento en las zonas rurales de su departamento y de la región, por lo que cree que se debe trabajar ampliamente en mejorar las condiciones de vida del campo para que más personas decidan permanecer allí. Igualmente, llamó la atención sobre la necesidad de integrar al trabajo que viene adelantando la RAP-E un componente de turismo agrosostenible, que convierta la vida campesina y los paisajes de la región en atractivo turístico para los connacionales y los visitantes extranjeros. En el encuentro también participó Felipe de Jesus, director de seguridad alimentaria y nutricional de Curitiba, Brasil, quien presentó una experiencia similar, adelantada en esta ciudad de casi 4 millones de habitantes. Algunos de los programas que han implementado con buenos resultados son los almacenes familiares, la agricultura urbana y sostenible, los restaurantes populares, la alimentación escolar y un banco de alimentos; experiencias que ha tenido en cuenta la RAP-E para formular su proyecto. También, esta entidad del orden suprarregional revisó otros casos nacionales e internacionales, como el programa Maná del departamento de Antioquia, Hambre Cero de Brasil, y diversas iniciativas en Suecia, país con el que además suscribirá un hermanamiento para asistencia técnica. A través de la tecnología y la innovación, se buscará una producción sostenible y aumentar el valor agregado de los productos que se están cultivando en la región central. Con estas acciones para aumentar la productividad y el valor agregado, se abre el panorama ya no solo para garantizar la seguridad alimentaria de estos cinco territorios, sino que se convierte en una gran oportunidad para exportar los productos de la región y mejorar las condiciones de vida de los campesinos.  Si desea conocer más sobre este foro, viste www.ForosSemana.com