Transcurridos 40 minutos del partido entre Jogo Gama y Brasiliense, correspondiente a la División D de Brasil, se dio un balón dividido como los que pasan numerosas veces en un partido del mundo. En la jugada chocaron Nunes y Dudu Diago, ambos terminaron rodeados por integrantes de ambos equipos y solo faltó un golpe para que desencadenaran las agresiones entre los miembros de los dos clubes.Cuando parecía que la gresca estaba cerca de estar controlada, gracias a la intervención de los más sensatos de los dos equipos y de la fuerza pública, la situación pasó de castaño a oscuro. Un hincha trató de robar uno de los llamados ‘trapos’ del otro equipo, lo que formó un pandemonio.Los golpes volaron por parte y parte y los que contaron con menos suerte terminaron hasta sin ropa. Para poder dispersar a la multitud se necesitó de la intervención de la policía antidisturbios, que separó a los inadaptados con gases lacrimógenos. Estos hechos no son exclusivos al fútbol de Brasil. En Colombia se han presentado episodios recientes que pueden terminar en el caos que se vivió en este partido. El hecho más diciente fue la disputa que se dio entre las barras del Deportivo Cali e Independiente Medellín por el robo de uno de estos llamados ‘trapos’.La Dimayor respondió a este y otros hechos de violencia relacionados con los equipos profesionales proponiendo que los equipos cuyos hinchas se vean envueltos en esta clase de situaciones puedan ser penalizados con la perdida de los puntos.