El miércoles, la excandidata presidencial y líder natural de los azules, Marta Lucía Ramírez, dio una rueda de prensa donde dijo: “Queremos convocar una coalición ciudadana en donde trabajemos todos los que tienen conocimiento, experiencia y voluntad de servir a que nos acompañen  para sacar a la ciudad adelante”. Con cuatro veces más votos que todos los senadores conservadores en Bogotá, la exministra sería la carta más atractiva. No obstante, Ramírez no se lanzó al agua ni dio ningún nombre, solo reiteró que lideraría la estrategia azul en la capital. Por su parte, el precandidato Francisco Santos también marcó territorio el mismo día durante un ‘taller democrático’ en el centro de la ciudad. Santos llegó acompañado del expresidente Álvaro Uribe, quien lo llenó de halagos y aseguró que si lo eligen alcalde: “El primero de enero no llegará a hacer ensayos, sino a ejecutar desde la primera hora”. El gesto del exmandatario no es menor ya que ratifica que la carta uribista para Bogotá es Pacho. Ambos anuncios confirman que desde ya los bloques a la derecha del espectro ideológico están cargando baterías para dar la pelea por la ciudad e impedir que la izquierda siga controlando el Palacio de Liévano.