El presidente de Ecuador, Rafael Correa, dio una sentida respuesta al hecho de que los latinoamericanos quedemos de número uno en todos los rankings de felicidad en el mundo. En la Conferencia de Población y Desarrollo de la CEPAL que se realiza en Quito, dijo: "En una sociedad tan desigual, sentirnos tan felices es estar muy cerca de la inconciencia. Como dijo John Stuart Mill, prefiero ser un Sócrates triste que un idiota contento".