Altos funcionarios de algunas potencias se reunieron la semana pasada en Washington para discutir sobre un fenómeno solar llamado ‘eyección de masa coronal’: una tormenta de partículas y radiación que se produce en los periodos de máxima actividad del astro rey. Su influencia en la Tierra es tal, que causa estragos en equipos electrónicos y afecta las economías. Cuando se produjo por última vez, en 2013, causó daños por varios miles de millones de dólares. Y la más fuerte que se recuerda en el planeta tuvo lugar en 1859, cuando acabó con la primera red de telegrafía. Los gobiernos temen que se vuelva a presentar una tormenta semejante, ahora que la humanidad depende tanto de la tecnología.