La muerte de Jota Mario Valencia cogió a Colombia por sorpresa. Si bien llevaba varios días grave en un hospital de Cartagena y los médicos decían que estaba en estado crítico, casi nadie pensó que su condición se iba a complicar hasta la muerte. Tenía 63 años y hasta no hace mucho millones de colombianos se despertaban todas las mañanas viéndolo en Muy Buenos Días, uno de los programas más icónicos del canal RCN, que duró 16 años al aire. Allí Jota, como lo llamaban sus amigos, era el alma y la vida del programa, y manejaba el set con la experiencia de un gran líder y presentador. Puede leer: Jota Mario Valencia en cuidados intensivos Su carrera comenzó en la radio. Cuando era niño y vivía en Medellín, solía salir a la calle a vender bufandas para ayudar a sostener a su familia. Un día se encontró con la cabina de Caracol Radio y quedó tan fascinado con lo que vio, que todos los días asistía puntual, tipo 4 de la tarde, para ver desde afuera cómo se hacía la radio en vivo. Vea en video la increíble trayectoria de Jota Mario Valencia 

Hasta que un día, en medio de un aguacero, lo dejaron entrar. Allí comenzó a hacer sus primeros trabajos cuando le pidieron hacer la voz de un niño en La ley contra el hampa, una de las radionovelas de la época. Gracias a su voz y a su carisma comenzó  a escalar en el medio radial y a comienzos de los años setenta decidió estudiar periodismo en el Instituto Nacional de Educación y luego en la Universidad de la Sabana, en Bogotá.

Foto: Jota Marío comenzó en la radio, su primer amor y la gran pasión de su vida.  Ya en la capital, comenzó a participar en audiciones para llegar a la televisión. Al inicio, lo contrataron para presentar pilotos de programas para televisión e hizo pequeños papeles en algunas series, hasta que uno de los grandes productores lo vio y quedó enganchado con su talento. Su primer programa a nivel nacional fue Valores Humanos, que arrancó en 1979 y en el que se mostraban personas que ayudaban a los pobres o a los afectados por la violencia. Aún sufría necesidades económicas y el primer capítulo de ese programa lo grabó con el mismo traje que usó para su grado de bachiller. Sugerimos también: Luto en la televisión: murió Jota Mario Desde entonces comenzó a aparecer cada vez más en la televisión colombiana: Telesemana, el noticiero Promec, Buenos días Colombia, Pequeños gigantes, Cazadores de la fortuna, Dominguisimo y Los tres a las seis, en donde aparecía con Fernando González Pacheco, su gran amigo, y Gloria Valencia de Castaño, entre muchos otros.  Para los años ochenta y noventa ya era uno de los presentadores más reconocidos de la televisión colombiana. Estuvo en Sábados Felices y, finalmente, en Muy Buenos días, el programa donde pasó la gran parte de sus últimos años y donde cosechó odios y amores.

Foto: Con su gran amigo Fernando Gonzáles Pacheco, quien fue su gran amigo y maestro, aunque muchas veces hubo rumores falsos de una rivalidad.  También escribió libros sobre ángeles, de los cuales se declaraba un gran seguidor, y sobre temas espirituales y de superación personal. Siempre fue un gran católico, seguidor de la Virgen María. También creía en la reencarnación.  Hace un año, el canal RCN decidió acabar Muy Buenos Días y Jota Mario, quien al parecer nunca estuvo de acuerdo con esa decisión, se despidió de los televidentes, prometiendo que pronto volvería a la pantalla. Se dedicó a su canal de Youtube y a compartir con sus seguidores en redes sociales y en la radio, de la que nunca se separó, pues seguía saliendo en RCN Radio. La neuróloga vascular Juliana Coral explica aquí en qué consiste una enfermedad cerebro vascular como la que cobró la vida de Jota Mario Lo que si no logró cumplir fue la promesa de que volvería a la televisión. La vida quería otra cosa y durante un viaje a Cartagena, cuando estaba a punto de volver a RCN, sufrió una isquemia cerebral que se complicó y acabó con su vida. Siempre será recordado como uno de los presentadores más grandes de la historia de la televisión colombiana.

Foto: Jota Mario Valencia con Gloria Valencia de Castaño y Pacheco.