El procesado, un contorsionista de 1,78 metros de altura y muy delgado, fue arrestado la semana pasada, según informó el jueves la policía catalana, los Mossos d'Esquadra.   El detenido robaba en un autobús que cubre regularmente el trayecto entre Gerona y el aeropuerto de Barcelona. Tras embutirse en la valija, un cómplice le introducía en el maletero como si fuera un viajero más.   Durante el recorrido, de unos 100 kilómetros, el ladrón salía de la maleta y utilizaba diversos objetos para abrir los candados del resto de los equipajes y robar todo tipo de objetos de valor.   Al llegar a Barcelona, volvía a ocultarse en la maleta y su compañero le recogía sin levantar sospechas.   AP