La marimba, los bombos y los cununos entrelazan sus compases en un arrullo que da paso al currulao. La herencia africana vive en el Pacífico colombiano a través de la música, como tercer acto catártico para alejar el dolor y transformarlo. Sus protagonistas son las Cantadoras del Pacífico, una red de mujeres que durante once años ha tejido un muro de contención social en los municipios de Timbiquí, Iscuandé, El Charco, Olaya Herrera, Mosquera, Francisco Pizarro y Tumaco del Cauca y de Nariño. Estas mujeres, lideresas en corregimientos y veredas, a través de sus composiciones no solo empoderan el género frente a la tradición patriarcal, sino que también enseñan desde el arte a que los niños cambien fusiles por libros y tambores. Es resistencia con una voz que canta lo que muchos temen, en prosas que mantienen vivo el legado de folclor tradicional.

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Mujer del pacífico

Eres ojos de la mañana

A ti te canto de corazón

Son tu manos tejedoras

Palomas de la paz.

A ti te canto de corazón

Como el árbol de la tierra

Fortaleces tus raíces

A ti te canto con el corazón

(Fragmento canción Mujer, a ti te cantó de corazón)

Canción: Mujer a ti te canto de corazón Artista: Cantadoras del Pacífico Sur. Compuesta por Beatriz Hernández en el municipio de El Charco, Nariño.

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Cantadoras del Pacífico

La región del Pacífico siempre ha estado a merced de la violencia y el abandono estatal. Según la Unidad Para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, el 49,5 por cierto de las víctimas del conflicto armado son mujeres entre los 27 y 60 años de edad, de las cuales, el 28 por ciento corresponde a afrocolombianas, raizales o palenqueras. Las cantadoras surgen como la voz de esas mujeres afro que se alza para manifestar su inconformismo con la guerra, la escasez de recursos básicos, la minería ilegal y la precaria atención en el territorio. Pertenecer a la red les ha permitido intervenir en las decisiones de la localidad y generar transformaciones en las políticas públicas. Aunque muchas de sus canciones son denuncias, también tienen espacio en sus letras para el mar, la tierra, los niños, el amor y la muerte. Es un juego musical en el que recogen sus vivencias y las de su comunidad para convertirlas en grandes melodías, con la labor incesante de reafirmar que a través de la música el Pacífico no olvida, resiste.

El pacífico canta desde el alma

La música redimió a Tatiana Benitez

«Le cantamos a la posibilidad de vivir y convivir en paz», entrevista con Paola Navia.