Según cifras del Banco Mundial, en los primeros seis meses del año anterior de los cinco países con mayor inversión privada en grandes proyectos de infraestructura de transporte, energía y agua, cuatro fueron latinoamericanos (Colombia, México, Chile y Brasil).De acuerdo a esto, la región encabeza la lista como mayor destino de inversiones privadas con un 41% del total global.Como aclaró la entidad, ante la desaceleración económica, los gobiernos de la región acuden cada vez más al sector privado para financiar los proyectos de infraestructura.Gran parte de proyectos como la construcción de carreteras, puertos, hospitales, aeropuertos o cárceles, se realizan bajo la modalidad de las Asociaciones Público-Privadas (APPs). Este tipo de asociaciones cada vez son más solicitadas por los gobiernos de la región latinoamericana en general, dada la actual desaceleración de la economía.Como afirma el artículo publicado en el Banco Mundial, la existencia de las APPs radica en estos puntos principalmente:Atraer empresas e inversión del sector privado.Diversificar entre el gobierno y el sector privado los riesgos y costos para que no sean asumidos únicamente por una parte.Asegurar que la eficiencia y la calidad del proyecto sea igual o mayor a la obtenida únicamente con la participación del gobierno.

En un análisis del Banco Mundial denominado ‘Los siete pecados de las APPs deficientes’, se evalúan las fallas de estas asociaciones y las recomendaciones para poder aprovecharlas y desarrollarlas correctamente para el beneficio de millones de personas.  Compartir los riesgos “Si una garantía del gobierno a un acreedor privado cubre el 100% del riesgo, por decir, el riesgo de no pago, el acreedor privado no tendría ningún incentivo para vigilar y controlar el proyecto adecuadamente”. Según el Banco Mundial, los gobiernos que cubren el 100% de los riesgos de construcción crean incentivos para que las empresas concesionarias reduzcan el esfuerzo o tomen riesgos en exceso.La recomendación es el otorgamiento de garantías que obliguen a las empresas a tener recursos propios en riesgo.Disminuir burocracia Según el análisis, se recomienda centralizar la actividad de la APP en una sola agencia que asesore a los ministerios sobre el tipo de proyectos que mejor convengan. Esto reduciría el flujo de información entre las empresas concesionarias y los actores del gobierno.  Inversionistas de largo plazo La solución para la mejora y financiamiento de grandes proyectos de infraestructura radica también en buscar inversionistas institucionales sólidos que tengan pasivos a largo plazo. Ofertas sensatas y realistas Es importante que la agencia establecida para la adjudicación de la APP tenga toda la información disponible acerca de la viabilidad del proyecto, para de esta manera poder identificar y elegir las ofertas. Capital sólido Los expertos recomiendan que en las APPs las empresas concesionarias tengan estructuras de capital más fuertes que las de una empresa constructora “ya que estas tratan de extraer el máximo beneficio durante la etapa de la construcción y no les importa lo que suceda después de que se ha completado la construcción y han recibido el pago”, señala el análisis. Manejo de los conflictos Es importante que la agencia que concede las concesiones no sea la misma que supervisa la ejecución de contratos, aclara el Banco Mundial. Esto, con el fin de evitar conflicto de intereses. “Cuando esa entidad también está a cargo de la supervisión, tiende a evitar la escalada del conflicto con la empresa concesionaria y está más inclinada a ceder a las presiones que a una renegociación”. Inversionistas informados Aprovechar las ventajas comparativas del mercado, a través de inversionistas privados sofisticados bien informados, que puedan garantizar que el riesgo puede diversificarse y así dar un mejor seguimiento y control al proyecto.