El lunes de la semana pasada el mausoleo del ex presidente filipino Ferdinando Marcos quedó a oscuras y a merced del caluroso clima de Manila. La razón es que la Cooperativa Eléctrica de Ilocos Norte le cortó la luz por falta de pago, cuando su familia se negó a poner al día cuentas por un valor de 5.643 millones de pesos filipinos (unos 214.500 dólares). El cadáver, que era conservado por inyecciones de químicos, estaba iluminado por luces suaves e indirectas y era arrullado por suaves melodías, pero ahora su destino es incierto.