Para una muestra de los problemas que han dejado los partidos en el Estado Atanasio Girardot de Medellín, basta ir al barrio contiguo a la unidad deportiva. Cada vez es más difícil para los propietarios vender sus casas, pues todo el mundo sabe que aunque no sea una regla, después de un partido se puede armar un ‘polvorín’ que termina en confrontaciones entre hinchas y la Policía. Además, están algunos aficionados que antes, durante y después de los encuentros deportivos invaden las calles, pintan grafitis en paredes y dejan detrás una estela de basura y desorden. Justo para la final del domingo –que Nacional ya va perdiendo por un gol de diferencia–, la Alcaldía de Medellín tendrá listo un nuevo de sistema de seguridad que pondrá en marcha. Se trata de la inauguración de 170 cámaras con las que se podrá hacer reconocimiento detallado para identificar a quienes provocan los motines dentro del Estadio. El alcalde Aníbal Gaviria explicó que el reconocimiento facial que se implementará en el Estadio es calificado como el número uno por las agencias de seguridad de Estados Unidos. Luis Fernando Suárez, vicealcalde de Seguridad, dijo que estas son las mismas cámaras que fueron usadas en el Mundial de Brasil 2014 y que son utilizadas en estadios de España.            La dotación tecnológica tuvo una inversión cercana a 5.600 millones de pesos. Ello incluye 870 metros de fibra óptica que enlazan las cámaras alrededor del estadio, 11 servidores de reconocimiento facial, 10 NVR (grabadoras de alta calidad con capacidad para 10 Tb de almacenamiento cada una), un servidor de administración con capacidad de 16 Tb y 1 UPS de 20 kilovatios para el respaldo de ausencia de energía. Según la Alcaldía, el reconocimiento facial permitirá la creación de ‘listas negras’, centralizar, procesar y generar análisis de video forense por demanda, generar alarmas y escalar información a los organismos de seguridad y justicia para acelerar capturas y judicializaciones. Los problemas en el Estadio han sido de los dolores de cabeza de las últimas alcaldías, y la mayoría se presentan en partidos importantes como las finales o en los clásicos entre Nacional y Medellín y, pese a los fuertes operativos de seguridad, algunos hinchas de las barras bravas ingresan con armas y pólvora al escenario deportivo, por lo que en el 2014 se investigó a varios funcionarios, justo uno de los problemas a los que quiere poner fin la saliente administración.