Dos llamados recibió este miércoles Jorge Noguera. En primer lugar, la Fiscalía lo llamó a rendir indagatoria en el proceso que se le sigue por sus nexos con grupos de paramilitares y narcotraficantes cuando se desempeñó como director del DAS, la agencia de inteligencia más poderosa del Estado; y luego del propio presidente Álvaro Uribe Vélez, que le exigió presentarse ante las autoridades.  Noguera deberá responder a la acusación de haber borrado información clasificada que comprometía a paramilitares y narcotraficantes.  Semejante señalamiento dimensiona el altísimo nivel al que llegaron los paramilitares en su toma del Estado colombiano. Cuando surgieron las primeras denuncias publicadas por los medios de comunicación –entre ellos la revista SEMANA– de los nexos de Noguera con los paras, el presidente Uribe salió públicamente a defenderlo y a descalificar a los periodistas. Sin embargo, el puesto de Noguera en la agencia que debe velar por la seguridad de los colombianos, Uribe decidió nombrarlo en un embajada.   En primer lugar se mencionó Canadá, pero trascendió que este país no le dio el beneplácito. Luego se optó por el consulado en Milán, a donde Noguera fue a representar el Gobierno de Uribe. Las denuncias arreciaron y la situación del ex director del DAS se hizo cada vez más frágil. Sin embargo, el Presidente continuó respaldándolo con el argumento de que era un hombre intachable. “Pongo las manos en el fuego por él”, dijo el Jefe del Estado.  La semana pasada, la Procuraduría General de la Nación le abrió pliego de cargos y ahora la Fiscalía lo llamó a indagatoria. La reacción de Uribe ahora ha sido la de exigirle que se presente. “Una persona que ha tenido tan elevada responsabilidad pública no puede eludir la acción de la justicia”, dice el comunicado de la Casa de Nariño. Y le dijo, públicamente, que diera la cara “a la mayor brevedad”