Con la insatisfacción de saber que una sentencia -que consideran muy baja- no les devolverá a la madre, hija y hermana, la familia de Ruby Serpa recibió la condena de 25 años de cárcel para el responsable del crimen de la mujer. Albeiro Serpa, hermano de la víctima, a quien el país recuerda por haber sido asesinada y su cadáver desmembrado por su inquilino, señaló que su vida no es la misma desde cuando la mayor de los hijos de sus padres fue asesinada en la localidad de Fontibón, en Bogotá, a mediados del 2012. Serpa asegura que la rebaja de la tercera parte de la pena a purgar concedida a Luis Ignacio Hincapié Ramírez, alias 'Botija', fue muy benévola, porque de 36 años de prisión, finalmente pagará 25. El condenado recibió la rebaja porque aceptó haber cometido el crimen y confesó todo lo que hizo con el cadáver. "Esperábamos muchos años de condena. Nos pidió perdón, pero eso no es algo que se pueda perdonar. Ahora el abogado apeló esperando que se aumente la pena", indicó. Durante la decisión, el juez quinto de conocimiento advirtió que el hecho fue demasiado grave, a lo que se le suma el haber desmembrado el cadáver de la víctima y luego arrojar su tronco a un humedal. La muerte de Ruby ocurrió el 22 de julio del 2012, en barrio El Recodo de la localidad de Fontibón, pero sólo después de varios días se pudo saber que era ella por los dictámenes que se les practicaron por parte de Medicina Legal a los restos encontrados. Las demás extremidades de Ruby nunca fueron halladas, Hincapié Ramírez confesó que las había botado por partes a la basura, por lo que fue imposible encontrarlas. La última vez que la familia de Ruby, quien era madre de un niño, la vio con vida fue el 30 de mayo del 2012. La mujer de 44 años se reunió con sus hermanos a propósito de la visita de unos allegados. Departieron durante la tarde y se despidió para salir a su residencia, ubicada en el sector de El Recodo, de la mencionada localidad, a escasos 200 metros del canal de aguas donde encontraron su cuerpo. Pasaron varios días y a Albeiro, su hermano menor, extrañó las llamadas de Ruby con quien frecuentaban comunicación. Ruby tampoco regresó a un hogar del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) donde un hijo suyo que tiene autismo está bajo el cuidado de esa entidad. "Nos llamó la sicóloga diciendo que Ruby no había vuelto y entonces empezamos a preocuparnos, porque ella siempre estaba pendiente del niño", dijo Albeiro. Las indagaciones de la familia los llevaron hasta la residencia de la mujer, donde el inquilino del predio les dijo que ella había salido de viaje, al parecer a la costa caribe, en compañía de un hombre. Albeiro en ese momento le dijo a Semana.com que las dudas empezaron con esa versión. Primero, porque Ruby, oriunda de Barrancabermeja, es muy temerosa de los viajes y no se habría arriesgado. "Además, ella nos habría avisado si tenía planeado hacer un trayecto tan extenso", dijo y agregó que tampoco se lo mencionó a una vecina con la que estuvo hablando el día de su desaparición. Mientras avanzaban las pesquisas para tratar de dar con el paradero de la mujer, el inquilino permanecía en la vivienda y se negaba a salir, pese a que los familiares le insistían en que desocupara el predio. Una vez lo consiguieron, ratificaron que Ruby no había viajado, ya que todas sus pertenencias estaban allí. El 2 de agosto pasado Hincapié fue enviado a la cárcel, donde días después en una de las audiencias aceptó haber cometido el crimen. Mientras los restos de Ruby descansan en su tierra natal, Barrancabermeja, su asesino permanece recluido en la cárcel La Picota a la espera de que se dé la sentencia del Tribunal Superior de Bogotá.