La secretaria de Estado Madeleine Albright es conocida por su costumbre de usar broches de brillantes cuando por sus funciones debe realizar delicadas negociaciones diplomáticas. En círculos diplomáticos se sabe que cuando lleva uno en forma de paloma, el mensaje es de paz, pero si se trata de un águila, hay que tener cuidado. Esa manía inspiró a la galerista Helen Drutt para convocar a artistas internacionales para que produjeran sus propios diseños de prendedores en homenaje a la funcionaria. La exposición se abrió la semana pasada en Nueva York con los trabajos de 61 artistas de 16 países. El que más le gustó a la homenajeada fue el trabajo del holandés Gijs Bakker, que representa a la cabeza de la estatua de la Libertad.