Se han puesto al frente de la tarea de gobernar. No más Vargas Lleras, Gavirias, Samperes, Pastranas, Uribes haciendo la tarea, diciendo que sus nombramientos de ministros son representación de las regiones, lo que siempre resultó falso.Las bondades o canalladas del Gobierno Duque serán las de los empresarios.  Como nunca antes, es totalmente transparente. El de Duque es el gobierno de los empresarios, de los que tienen el poder de la economía, de los ricos: banqueros, industriales, agrícolas, desarrolladores comerciales, exportadores, etc.Los dueños de la economía legal fueron claros en su decisión frente a la elección presidencial. Decidieron dos cosas, la primera, impedir que Petro y con él sus propuestas de cambio reclamados por sectores sociales y comunitarios de las regiones, de modernización exigida por un número importante de jóvenes urbanos del país, y por liderazgos políticos de centro y de izquierda accedieran al gobierno.Lo segundo es que decidieron ganar las elecciones con Duque porque era su mejor fórmula para estabilizar los negocios, asegurar las ganancias y superar la confrontación Santos-Uribe. Esa es la apuesta.Por ello Gaviria, Vargas Lleras, los conservadores, es decir todos los políticos que han sido funcionales al poder económico, se juntaron alrededor de Duque, ¿con Uribe? Sí y no. Allí están con Él, por ahora. A lo mejor lo dejan meter preso (es difícil) pero van a minar su influencia desde dentro del gobierno, poco a poco.Quedó demostrado que el debate político de los sectores en el poder durante los últimos ocho años no expresó una diferencia ideológica estratégica sobre los temas esenciales del Estado. Lo que vimos y vivimos fue una diferencia táctica de interesados y de intereses, de negocios y negociados, incluido el olvidado tema de Odebrecht. ¿Cuál es la ideología que separa al uribismo del santismo, del gavirismo, del vargasllerismo, del samperismo?  Ninguna.¿Cómo corroborar la afirmación de que los sectores económicos han decidido ejercer el gobierno? La actual división de los políticos funcionales a las élites representa el mayor riesgo para los negocios. Ahora, no lo son las guerrillas y el movimiento social que se han opuesto a los malos gobiernos de todos los tiempos, tampoco la internacionalmente repudiada guerra apoyada con los paramilitares que se adelantó contra ellas, el movimiento social y comunitario. No. Ese no es el riesgo actual. Ahora el riesgo es que la división Uribe-Santos se haya prolongado, extendido, hasta abrir espacio a nuevas voces. Y no es descabellada esta afirmación. La propuesta que lideró Petro para la segunda vuelta obtuvo casi 9 millones de votos. El temor era cierto. Les aterra que para ejercer tareas de gobierno lleguen sectores que afecten sus intereses, que no les hagan caso, ni favores para sus grandes negocios. Por esa razón ni el Partido Verde, ni siquiera Fajardo les fueron fiables, por eso todos se decantaron por Duque, sin excepción. Por esa razón también es muy seguro que en los debates electorales locales jueguen incluso con cartas de su propia estirpe, como ha sido anunciado en Cali.¿Les quedará fácil atajar la irrupción de nuevas voces?  Depende. Si los sectores de izquierda, el movimiento social y comunitario permanecen en una postura contestaria se lo harán fácil. La opinión pública urbana mayoritariamente quiere tiempos tranquilos, no quiere tensiones permanentes, busca avanzar, encontrando el fiel de la balanza entre oposición y construcción de acuerdos sobre temas esenciales de país. Atender esta ambición de la ciudadanía será el reto para quienes votaron por Petro y para quienes, como los Verdes, se han declarado en oposición pero no son seguidores de su liderazgo. Igual ocurre con un sector del Polo Democrático, y tan importante como estos, ocurre con los sectores que no tienen partido y votan libremente en ciudades como Bogotá, Cali, Medellín y otras capitales.¿Es negativo que los empresarios asuman las tareas de gobierno? No, todo lo contrario. Está bien, es una novedad que puede ser exitosa, son parte esencial de la sociedad, lo que no deben es conservar las conductas antidemocráticas y criminales que les permitieron permanecer en el poder por décadas eternas. Hay un acuerdo que parece general en el mundo gremial: abandonar la violencia como herramienta de solución a las contradicciones.Así el sector que gobierne con Duque sea el más radical, las direcciones gremiales saben mayoritariamente que la guerra dejó de ser rentable para atender la situación interna. Será interesante ver a los empresarios durante los siguientes cuatro años siendo eficientes en lo social. Habrá que ver cómo pretenden ser eficaces en la interlocución con contrarios que pugnan por ser alternativos. Ese es el reto de los gremios en lo político. En lo administrativo, la sociedad tiene tantos retos, que necesitan acuerdos para sacar adelante los propósitos y para ellos es necesario superar la división. Por ello un acuerdo debe tener sustancia. No es de forma.Las oposiciones tienen desde ya la tarea de construir y disponer los mínimos de un acuerdo para estabilizar el país, de lo contrario serán vistos como el obstáculo que impide desarrollar iniciativas comunes. Los Verdes y Fajardo podrían tener mayores posibilidades de construir un acuerdo, pero hacerlo sin Petro generaría divisiones frente a la consolidación de una alternativa e incluso de conseguir éxitos en el debate electoral local que se avecina.Los temas de la negociación con el ELN, la implementación de lo acordado con las Farc, la consolidación y paz territorial, la política antidrogas, el desarrollo de las industrias extractivas, son el centro de los primeros tres meses de gobierno, y no pinta bien la construcción de consensos sociales que ello exige. Máxime cuando los debates sobre los procesos judiciales y el sector justicia han convertido el juicio a los Uribe en tema explosivo.Los empresarios deben comprender que guiar a Duque por este espacio lleno de dificultades, les va a exigir mucho más que definirle sus ministros.Los gremios que lo eligieron empiezan a respondernos día a día, a partir de este 7 de agosto. Ellos son los interlocutores y los responsables de si hay o no reformas en Colombia, de los empresarios depende que el Gobierno Duque avance hacia la democracia o pretenda con declaraciones bondadosas pero ineficaces, atender los reclamos que la oposición y sectores independientes de la sociedad hacen por modernizar y hacer sostenible la paz en Colombia.P.D.: Un soldado venezolano muerto y dos heridos por la explosión de una mina antipersonal es una noticia grave para ambos países. Muestra la dimensión del reto fronterizo que no se resuelve haciendo declaraciones contra el régimen de Maduro. Campanazo de alerta, tenemos un riesgo binacional que solo puede atenderse binacionalmente. @alvarojimenezmiajimillan@gmail.com