Miles de manifestantes airados por la crisis económica volvieron a llenar la plaza madrileña de la Puerta del Sol, donde confluyeron numerosas marchas procedentes de diversas partes de España. Cinco columnas de "indignados" llegaron a la plaza donde otros inconformes habían acampado durante tres semanas en mayo. La movilización ganó simpatizantes en toda España y Europa, donde se han instalado campamentos similares. Los manifestantes dijeron que la protesta del domingo busca mostrar la indignación de los jóvenes hacia el desempleo y el liderazgo político, al que consideran indiferente, corrupto e inepto. Después de dos años de recesión, España registra un desempleo de 21% —el más alto de las 17 naciones de la eurozona— y resiente una abultada deuda. La desocupación entre las personas de 16 a 29 años se sitúa en alrededor de 35%. AP