El Consejo Privado de Competitividad realiza cada año un informe regional en el que se puede ver cómo avanzan las regiones en materia de infraestructura, sostenibilidad y educación, entre otros temas. En el campo de la educación, el estudio -denominado Índice Departamental de Competitividad- hace un análisis en cuanto a educación básica y media, y educación superior.

Para 2018 este informe reveló que si bien el cierre de brechas entre los territorios se está dando, todavía hay otros que, durante los últimos cinco años, siguen atascados. En este sentido, señala que si Colombia quiere ser el país más educado de América Latina en 2025, es fundamental que actúe con un claro enfoque territorial.

Por lo tanto, la inversión y las estrategias no solo deben estar alineadas para seguir fortaleciendo a las regiones con más potencial, sino que es necesario avanzar en aquellos departamentos en donde la educación no es una prioridad. Como ocurre en el Chocó, La Guajira, Putumayo y Caquetá, los departamentos más rezagados, según el Índice Departamental de Competitividad 2018.

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Pero, a pesar de que aún falta mucho para construir un sistema educativo de calidad en cada territorio, algunas regiones están empeñadas en cerrar esta brecha. Este informe muestra cómo departamentos como Arauca, Quindío, Cauca, Córdoba, Huila y Sucre han dado grandes saltos de mejoría.

Para conocer su evolución en educación -el informe se ha realizado desde 2013- evalúan tres grandes indicadores: cobertura, calidad y bilingüismo. De acuerdo con los porcentajes que obtuvieron en cada indicador, el departamento se ubica entre los primeros puestos, por sus excelentes resultados o los últimos, por sus deficiencias.

De allí que, los tres primeros puestos en educación básica y media son para Santander, Boyacá y Casanare, respectivamente. Mientras que, en educación superior, los tres primeros son para Bogotá, Caldas y Antioquia. Por lo tanto, reconocer sus niveles de competitividad es también una alerta sobre hacia dónde se deberían dirigir los esfuerzos nacionales y territoriales.

Primer puesto en educación básica y media

Santander

Por sus resultados en cobertura y calidad, Santander se ubica en el primer lugar como uno de los mejores en materia de educación básica y media. Esto se evidencia en los resultados de las pruebas Saber 11 de sus colegios oficiales, variable en la que el departamento se ha mantenido en el primer lugar a nivel nacional desde el 2013. Un gran resultado teniendo en cuenta que, de los tres primeros departamentos que lideran esta categoría, Santander es el que más habitantes tiene (2.090.839 habitantes).

También se ve reflejado en la poca deserción de sus estudiantes y en la calidad de sus docentes. De acuerdo con el director de la Comisión Regional de Competitividad de Santander, Juan Fernando Puyana, el buen comportamiento del departamento en materia educativa obedece al trabajo de los diferentes actores regionales por generar un capital humano de calidad.

“La implementación de esta visión conjunta entre los sectores académico, privado, público y las entidades de apoyo regionales, plasmada en el Pacto por la Educación en Santander 2030, se ha venido realizando mediante acciones estratégicas en cuatro áreas de intervención: formación docente, primera infancia, familias formadoras y modelo educativo”, se expresó en el informe Índice Departamental de Competitividad 2018.

Arauca, la revelación

El departamento revelación en materia de educación básica y media, fue Arauca. Si bien, en 2017 la región se ubicó en el puesto número 20, entre los 26 departamentos y la ciudad de Bogotá, en 2018 logró posicionarse en el número 13, superando a departamentos como Cesar, Córdoba y Quindío. Esto se da, entre otras cosas, por la inversión que hacen en calidad, lo cual se ve reflejado en los buenos resultados de las pruebas Saber 11.

Primer puesto en educación superior

Bogotá

Durante los seis años de este informe, Bogotá ha ocupado el primer puesto en la categoría de educación superior. La capital obtiene los mejores resultados en cobertura y bilingüismo. En particular, Bogotá se destaca por tener la mayor cobertura bruta en formación universitaria y en formación técnica y tecnológica. Además cuenta con el mayor número de graduados en posgrado por cada 100.000 habitantes y el mayor puntaje en el indicador dominio de segundo idioma.

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Para Daniel Gómez, gerente de articulación macrosectorial de la Cámara de Comercio de Bogotá, esto se da porque, “muchos jóvenes se desplazan desde todo el país para realizar sus estudios post-secundarios, lo que resulta en tasas de cobertura bruta de la educación terciaria superiores al 100%”.

Por otro lado, el informe también mide varias variables de calidad, en las que Bogotá se encuentra en los primeros puestos. Estos indicadores hacen referencia a los resultados de los estudiantes en las pruebas Saber Pro y la proporción de docentes con doctorado.

Para seguir en este camino, la Cámara de Comercio de Bogotá, junto con actores públicos, privados y academia vienen trabajando desde 2016 por convertir a Bogotá en un Hub de Conocimiento. “Nuestras acciones se han centrado en crear y modificar programas de educación superior; diseñar programas de capacitación y Educación para el Trabajo y el Desarrollo Humano (ETDH); llevar a cabo ruedas de empleo y de intermediación laboral; actualizar mapas ocupacionales y de cualificaciones; y pilotear innovaciones educativas que buscan integrar al empresariado en los procesos de formación, entre otras”.

Quindío, la revelación

Este departamento, que en el pasado estaba rezagado, es hoy uno de los que más avanza en materia de educación superior, pues pasó del puesto 16 en 2017 al 9 en 2018. Además, el Quindío a dado grandes saltos en cobertura en instituciones de educación superior con acreditación de alta calidad y en cobertura de formación técnica y tecnológica.

Para Francisco Javier López, secretario del Quindío, estos resultados son producto de una articulación entre la educación media y la educación superior en la que el departamento viene trabajando desde hace 15 años. “Mediante un trabajo curricular conjunto entre los colegios y la universidades oficiales, muchos jóvenes han logrado homologar sus competencias. Además, estamos trabajando en el desarrollo de competencias básicas en los estudiantes de las IES oficiales con miras al futuro desempeño universitario. En especial competencias lógico - matemáticas y lingüísticas”.

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Este artículo hace parte de la edición 41 de la revista Semana Educación. Si quiere informarse sobre lo que pasa en educación en el país y en el exterior, suscríbase ya llamando a los teléfonos (1) 607 3010 en Bogotá o en la línea gratuita 018000-911100.