Bajan los patrulleros de tránsito de Bogotá por las manifestaciones de protesta con las que pretenden evitar la decisión de la Alcaldía Distrital de trasladar sus funciones a la Policía Metropolitana. No sólo se trata de la forma personalizada como han enfocado sus insultos contra el alcalde Mockus, sino del modo y oportunidad con que resolvieron bloquear las vías y enfrentar a la fuerza pública en una actitud abiertamente contraria a sus funciones y a la autoridad que pretenden seguir asumiendo. No parece ser esa la forma más constructiva de defender una dependencia que se ha caracterizado por ser una de las más corruptas e ineficaces del país.