Si Petro hubiera ganado las elecciones, habría sido en buena parte por la genialidad de las cuñas publicitarias de la última semana: la llamada por celular a la Colombia que no se resigna a la corrupción, la del sueño que se vuelve el de todo un pueblo, la del desmonte de los mitos antipetristas y la de Mockus como un sabio caminando en la noche en cámara lenta y hablando con estudiantes de que sí se puede. Nunca en el país se había hecho propaganda política tan emotiva. Los arquitectos de esta fueron el publicista y asesor argentino Ángel Beccassino, Alberto Cienfuegos y Luis Fernando Pardo; y los creativos fueron Vinicio Alvarado, Sergio Pascual y Xavi Vendrell.