Los observadores del Vaticano han registrado un cambio importante en el protocolo papal. Hace pocos días se volvió noticia mundial el hecho de que Francisco le hizo una venia a la reina Rania de Jordania al saludarla. Ahora señalan que cuando la presidenta de Argentina, Cristina Kirchner, fue a saludarlo el día de su posesión, él le dio un beso cariñoso de compatriota en la mejilla. Dilma Rousseff, la presidenta del Brasil, al ver esto fue más osada y en un gesto considerado confianzudo, por iniciativa propia, saludó al pontífice con un beso en cada mejilla. Y la semana pasada, un portal de internet que analiza los sucesos del Vaticano recuerda que hasta el siglo XVIII toda persona que saludaba al papa tenía que besarle los dos pies.