Más que la sentencia de muerte de la contra antisandinista los acuerdos de paz alcanzados el 7 de agosto en la localidad hondureña de Tela por los cinco presidentes centroamericanos, representan acta de defunción. En efecto, la fuerza armada que organizará el gobierno de Estados Unidos sobre la base de los restos de la siniestra guardia somocista y de otros sectores descontentos con el proceso revolucionario nicaragüense era desde hace unos dos años un maloliente cadáver insepulto. Claramente derrotados,tanto en el plano estrictamente militar como en el político, los contras hace tiempo que no están ya en condiciones de darle continuidad a su guerra de desgaste y desestabilizacion contra la Nicaragua sandinista. De ahí que su desmovilización, acordada en la cumbre centroamericana de Tela, no haya sorprendido a nadie. Se trata, en realidad, de la comprobación y protocolización de un hecho irreversible.Acompañado de un llamamiento al diálogo y la negociación en El Salvador -que introdujo y forzó a última hora el gobierno del presidente Cristiani, con el objeto de revivir sus pretensiones de un trato simétrico de ambos conflictos- el acuerdo de desmovilización,repatriación y reinstalación de la contra debería empezar a ponerse en práctica a partir de la primera semana de septiembre próximo y terminar de consumarse en los primeros días de diciembre. Una comisión internacional de apoyo y verificación, conformada por personal de la organización de las naciones unidas y de la Organización de Estados Americanos será la encargada de conducir y vigilar todo el proceso, hasta recibir bajo custodia las armas y los pertrechos de guerra de los mercenarios, cuyo número se calcula entre 10 y 12 mil efectivos (ubicados en su casi totalidad en la franja fronteriza de honduras con Nicaragua, desde donde realizaban sus incursiones).En forma complementaria, durante la reunión presidencial de Tela el gobierno sandinista se comprometió a retirar, si se cumplen ciertas y determinadas condiciones vinculadas a una verdadera y real desmovilización total de la contra; una demanda contra Honduras ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya por dar albergue a esas fuerzas armadas hostiles de carácter irregular y permitirles entrar a Nicaragua para sus acciones de sabotaje y terrorismo. Otros puntos de acuerdo logrados por Arias,Azcona, Cerezo, Cristiani y Ortega, conciernen a programas que deben ponerse en práctica en favor de los refugiados, a la lucha contra la droga y al problema de la deuda externa de la región,así como a la canalización de la eventual ayuda internacional.Las meramente consolatorias reacciones de la Casa Blanca en el sentido de que "La desmovilización de los contras debe ser voluntaria y posterior a las elecciones presidenciales nicaragüenses del 25 de febrero próximo -formuladas por el vocero presidencial Martin Fitzwater el martes 8 de agosto-, y el compromiso público soviético del jueves 10 de agosto, de cesar el abastecimiento militar a los sandinistas si las demás partes involucradas en el conflicto regional adoptan análoga posición (a cargo del vicepresidente del soviet supremo, Alexander Mokanu, durante su visita a San José de Costa Rica),pusieron claramente de manifiesto que los conflictos en el área centroamericana ingresaron en una nueva fase,donde la dinámica local autogenerada constituirá el escenario decisivo de los procesos de cambio. Agotadas infructuosamente las posibilidacles de su diplomacia al borde de la invasión masiva y directa del Pentagono en toda la región, la administración Bush parece ahora resignada a seguir presionando a través del bloqueo económico,la manipulación de los fondos de ayuda y el aliento a los sectores descontentos a causa de las dificultades económicas que traban el desarrollo de la revolución sandinista mientras conserva y refuerza los dispositivos de represión militar y de enmascaramiento institucional en el Salvador y Guatemala. La ausencia de una poderosa oposición interna a los planes norteamericanos hace que los casos de Honduras y Costa Rica resulten mucho más manejables para Washington .La ampliación de las posibilidades de una salida política negociada que baje el perfil militar del enfrentamiento centroamericano no garantiza,sin embargo, un tránsito irrevocable e inmediato de la guerra a la paz. Por lo pronto, como suele suceder en coyunturas de desenlace, la acción de la guerrilla salvadoreña se intensificó mediante vastas campañas de operativos contra toda clase de posiciones de las fuerzas armadas regulares y del gobierno. Por su parte, el sindicato de los educadores guatemaltecos desplegó intensas movilizaciones y obtuvo el apoyo del estudiantado, configurando un fenómeno de reclamo popular generalizado que puso en jaque a las autoridades. En Honduras, mientras tanto, el Comite Coordinador de Organizaciones Populares creó una comisión de vigilancia y verificación "para dar seguimiento y verificación a los acuerdos de Tela y garantizar la definitiva salida de los contras del territorio nacional". La presidenta del comité, Gladys Lanza, advirtió que "desmovilizar a la contra con o sin su voluntad es sólo un pequeñísimo paso para preservar la paz, ya que es necesario vencer a las fuerzas enemigas mayores, lo que representa lograr la salida de las tropas norteamericanas, la desarticulación de las bases militares del Pentágono y el cese de las maniobras bélicas en Honduras.El jueves 10 de agosto una fuente gubernamental norteamericana no identificada aseguró al matutino The Washington Post que la Casa Blanca no pedira ya más al Congreso ayuda para la contra después de las elecciones de febrero en Nicaragua," a no ser que algo dramático suceda allí" .Pero el proceso de pacificación regional sigue prendido de frágiles alfileres; una ruptura del equilibrio en Panamá -por ejemplo- puede modificar drásticamente el panorama hemisférico . De todos modos, no resulta aventurado afirmar que, si no se produce ningun viraje espectacular en los principales centros de poder, la posibilidad de que la tendencia mundial,esbozada en los acuerdos globales de las superpotencias hacia una desactivación de los conflictos regionales se vea amplia y cabalmente reflejada en el área centroamericana, dependerá, en adelante y en forma casi exclusiva, de la capacidad que demuestren las fuerzas locales en juego para encauzar por senderos institucionales sus contradicciones sociopolíticas y atender, con la celeridad y sensibilidad que las críticas condiciones actuales exigen, los requerimientos económicos mínimos de la seguridad: trabajo, salario, salud, educación y vivienda. SIETE AÑOS DE HISTORIA Las siguientes son algunas de las fechas más significativas en la accidentada vida de los "contras" nicaraguenses y la Revolución Sandinista:1982 14 de marzo: Los "contras", integrados recientemente con ex guardias somocistas, realizan varios ataques en Nicaragua y, por primera vez, el gobierno decreta el estado de emergencia.15 de abril: Uno de los símbolos de la Revolución,Edén Pastora, se pasa a la oposición armada.1983 15 de marzo: Aumenta invasión a Nicaragua por parte de grupos "contras", se incrementan los combates, hay alarma general y la revista Time denuncia el apoyo norteamericano a estas operaciones.30 de mayo: Atentado contra Pastora en la frontera con Costa Rica.12 de septiembre: Edén Pastora encabeza ataque contra aeropuerto de Managua.11 de diciembre: Ante la presión internacional,salen asesores cubanos.1984 9 de abril: Nicaragua acusa a Estados Unidos de agresión, ante la Corte de La Haya.4 de noviembre: Elecciones generales. Los sandinistas obtienen un 66 por ciento de los votos y Daniel Ortega, a pesar del boicoteo de la oposición, es elegido presidente.1985 10 de enero: Decretada la amnistía para los rebeldes que entreguen las armas.1o.de mayo: El gobierno norteamericano decreta y ejecuta un embargo total contra Nicaragua .30 de diciembre: En un informe de final de año, el gobierno estima en más de 6 mil las víctimas por los recientes combates.1986 25 de junio: El Congreso norteamericano aprueba 100 millones de dólares para los "contras", y, en represalia, el gobierno cierra La Prensa y expulsa a varios prelados.28 de junio: El Tribunal de La Haya condena la agresión norteamericana a los sandinistas.Octubre 7:Un aviador norteamericano,Eugene Hasenfus, es capturado con un aparato cargado de armas para los "contras" y es llevado a juicio público.Noviembre 3: Naciones Unidas exige a Estados Unidos que suspenda represalias contra los sandinistas.Noviembre 24: El coronel Oliver North alto oficial del Consejo Nacional de Seguridad en Washington, es destituido y durante su juicio posterior se comprobará que era el enlace para la ayuda a los "contras".1987 Agosto: Se ordena el desmonte del aparato militar de los "contras", unos 12 mil hombres dentro del espíritu del acuerdo de Estipulas II.1988 15 de enero: Los presidentes centroamericanos, reunidos por segunda vez, presionan para que se logre una fórmula de paz entre opositores y gobiernistas en Nicaragua.Marzo 27: Los indios Miskitos que habían abandonado sus poblaciones comienzan a regresar. Más de cien detenidos políticos son liberados. Primeros resultados del acuerdo de Sapoa.Abril 30: Camara de Representantes de EE.UU. aprueba otros 48 millones de dólares para la "contra".Julio 10: Expulsado de Managua el embajador norteamericano, Richard Melton.18 de septiembre: Gobierno y "contras" se réunen en Guatemala. La " Uno" se fortalece más.21 de septiembre: El presidente Reagan admite que la CIA ha organizado toda clase de provocaciones en Nicaragua para endurecer la política sandinista contra los "contras".lo. de octubre: El candidato a la presidencia de Estados Unidos, Michael Dukakis insiste en condenar la ayuda norteamericana a los rebeldes nicaraguenses.1989 Febrero 15: Se reunen cinco presidentes centroamericanos y logran el acuerdo de El Salvador.Junio 9: Gobierno norteamericano presiona al Congreso para que la CIA intervenga en las futuras elecciones de Nicaragua.Julio 4: La Comisión Nacional de Reconciliación anuncia dos logros importantes: la realizacion de comicios electorales y el acuerdo para una amnistía general para los rebeldes.Julio 19: El presidente Ortega, durante los actos de celebración del décimo aniversario de la Revolución, expresa que está dispuesto a trabajar con Estados Unidos en busca de la paz; anuncia elecciones para el 25 de febrero próximo. El movimiento "Uno" agrupa 14 de los 21 partidos políticos de Nicaragua.Julio 20: Toda clase de reacciones por la decisión norteamericana de suspender toda ayuda a los "contras".