Uno de los momentos más gloriosos del deporte nacional fue protagonizado por Luis Herrera en el Tour de Francia de 1985. En la etapa entre Austrans y St. Etienne, el ‘Jardinerito’ cruzó primero la línea con la cara ensangrentada, tras haber caído de su bicicleta, e hizo llorar de emoción al país. A lo largo de su carrera deportiva, Lucho conquistó cuatro veces la vuelta a Colombia y ha sido el único latinoamericano en ganar la Vuelta a España (1987). Hoy sigue viviendo en su natal Fusagasugá, junto a su esposa y sus tres hijos. A los 45 años, dedica la mayor parte de su tiempo a la ganadería y a los negocios. Sobre los recientes escándalos de dopaje en el ciclismo, Lucho no se muestra sorprendido, pues cree que alrededor de todo deporte siempre ha estado presente. “Seguimos a la espera de las nuevas figuras, dice refiriéndose al ciclismo nacional, el que sigue con mucha atención. Hay corredores jóvenes muy interesantes como Fabio Duarte, que lideró la reciente Vuelta a Colombia”, agrega Lucho quien ahora, en calidad de aficionado, monta en su caballito de acero los fines de semana en compañía de sus amigos y recorre algunas de las cuestas que le sirvieron para formarse como uno de los mejores escaladores del ciclismo mundial.