Mi amado hijo  Estoy tranquila pero angustiada por las pruebas de supervivencia porque lo vi encadenado y muy acabado. Le mando mucha energía y ánimo. ¡Ánimo! No se deje sobrellevar por las penas. ¡Ánimo! Haga deporte, escriba, lea, cante, haga lo que quiera en la selva pero no se deje llevar por las penas. Su papá y yo nos fuimos a recibir las pruebas de supervivencia gracias al comandante del Ejército, que nos llevó y devolvió en avión. Ya las tengo acá en la casa. papá y yo lloramos mucho. Mi amorcito, no piense que está solo, espiritualmente está con sus hermanos y sus sobrinos, unos angelitos que no conoce. Le estoy mandando mucha energía y muchas oraciones. A todos un abrazo fuerte, no se dejen llevar por la angustia, tranquilos porque son héroes valientes. A Jorge Trujillo un beso grande porque soy amiga de su mamá. A Jorge Humberto Romero también le mando un saludo. Aunque estén encadenados de cuerpo, el alma y la mente están libres y eso no lo pueden encadenar. Que mi Dios los bendiga y los proteja de todo mal y que pronto los traiga al hogar.   Hijo, te quiero mucho, te amo, te quiero inmensamente, no sabes cuánto te extraño, me haces muchísima falta, pero vamos para adelante. Un abrazo fuerte y mil bendiciones.   Tu mamá, María Concepción