Arturito,   El lunes 7 de septiembre nos sorprendimos con las pruebas de supervivencia y, la verdad, fue una mezcla de sentimientos terrible. No podemos decir que nos dio alegría al ver las condiciones infrahumanas en las que se encuentran. No entendemos por qué hay seres humanos tan despiadados que someten a sus hermanos a tanta humillación. Por otro lado, al saberlo vivo, guardamos la esperanza de volverlo a ver y confiamos que Dios en su inmenso amor y en su gran poder nos lo devolverá sano y salvo.   En nuestros corazones siempre hay un lugar especial para usted. Su mamá a pesar de sus quebrantos de salud no se cansará de esperarlo para reiterarle todo su amor y su cariño y para estrecharlo entre sus brazos como cuando era un niño que llegó a su regazo en busca de afecto. Por favor siga teniendo fortaleza, nunca desfallezca que en casa lo necesitamos y siempre lo estaremos esperando con los brazos abiertos. Un abrazo grandote y lo amamos entrañablemente.   Su mamá Elena, sus hermanas Amor, Ligia y Cecilia y todos sus sobrinos.