Brasilia_ El presidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva indicó el lunes que no será fácil pactar un acuerdo en torno a las negociaciones de la ronda de Doha, ya que los subsidios de Estados Unidos a la agricultura son muy altos y la Unión Europea aún no define sus productos agrícolas sensibles. Debido a ello, países en desarrollo como Brasil, no pueden renunciar a su crecimiento interno, el crecimiento industrial y "no ganar en la agricultura", comentó Lula al hablar en su programa radial semanal, "Café con el Presidente". Lula señaló que se está próximo a un acuerdo, pero pactarlo "está un poco difícil". La ronda de Doha, de la Organización Mundial del Comercio, está estancada desde hace al menos un año por discrepancias entre países ricos, que quieren acceso a los mercados de bienes y servicios de las naciones en desarrollo, con los países pobres que, en contrapartida de abrir sus mercados, exigen el fin de los subsidios agrícolas entregados por Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y Japón, entre otros, a sus productores. El canciller y principal negociador de Brasil en la ronda, Celso Amorim, ha dicho que si bien Washington ha ofrecido reducir sus subsidios anuales a entre 13.000 millones de dólares a 16.500 millones de dólares, las naciones en desarrollo necesitan mayor claridad en dicha oferta. Si la reducción fuera a 16.500 millones de dólares, no significaría casi ningún cambio porque en los últimos años la medida de subsidios entregada por Estados Unidos a sus productores ha sido de unos 15.000 millones de dólares anuales, según ha dicho Amorim. Brasil, que junto a Argentina, India y China entre otros países forma el bloque llamado Grupo de los 20 (G-20) o potencias agrícolas que luchan en la OMC por el fin de los subsidios y la apertura de los mercados de los países industrializados a la agricultura del mundo en desarrollo, sostiene además que la UE todavía no aclara la lista de sus productos agrícolas que considera sensibles y por tanto tendrían una liberación de aranceles más lenta. Lula resaltó además el crecimiento del comercio entre Brasil y naciones de Africa, que pasó de 5.000 millones de dólares en 2002 a unos 15.500 millones de dólares el año pasado y que eso representa la intención del país de buscar nuevos mercados en ese continente, así como en Asia. El mandatario anunció que en 2008 visitará Indonesia porque "es un país de 210 millones de habitantes y con el que Brasil tiene una balanza comercial de apenas 1.000 millones de dólares, lo que es una vergüenza". "Brasil no puede depender de un país o de un grupo de países. Brasil necesita hacer una diversificación muy grande de su relación política, de su relación comercial", aseguró. La ronda de Doha es llamada así por la capital de Qatar, donde se iniciaron las negociaciones en el 2001.     AP