LAS MADRES solteras son el objetivo de una campaña de varios ministros conservadores británicos-todos hombres-, quienes critican la actitud permisiva hacia el fenómeno. Aunque pareciera un asunto moralista, la plémica nació por razones fiscales, pues los conservadores no apoyan el gasto de ocho millones de dólares anuales en servicios sociales preferenciales para las madres solteras. "Pienso que es muy peligroso que el movimiento feminista haya fomentado el concepto de que está bien para una mujer tener un niño y educarlo sola", dijo el ministro de Salud en un reportaje radial. Los sociólogos piensan que la ampaña olvida que las madres solteras no son una causa sino una consecuencia de la era posindustrial, con el aumento del trabajo en las mujeres y la fragmentación del núcleo familiar.