El negocio de la marihuana medicinal ya tiene sus pioneros. Primero la empresa canadiense PharmaCielo obtuvo la licencia para producir y transformar derivados del cannabis en el país.Puede leer: Pharma Cielo abre el mercado de la marihuana medicinalPara muchos resultó preocupante que una firma extranjera iniciara este nuevo mercado colombiano. Sin embargo, días más tarde –exactamente el pasado 8 de julio– el Laboratorio de Farmacología Vegetal (Labfarve) consiguió esa misma licencia. Le puede interesar: Las firmas colombianas que piden pista en el mercado de la marihuana medicinalLa competencia no será fácil. PhamaCielo incursionó en el negocio hace unos años y se mueve entre Toronto (Canadá) y Rionegro (Antioquia), donde tiene sus sedes. Desde el 5 de diciembre del 2014 firmó un acuerdo con la Universidad de Antioquia para respaldar la investigación relacionada con el cannabis e iniciativas de desarrollo.Pero Labfarve no se queda atrás. Hace parte del Grupo Social Corpas, fundado por el doctor Jorge Piñeros Corpas en 1970. Desde su creación ha estado enfocado en la investigación de plantas medicinales en Colombia e incluso Latinoamérica. Allí trabajan un poco más de 150 profesionales, entre científicos, botánicos, médicos, biólogos, químicos farmacéuticos, entre otros. ¿Cómo se prepara la empresa colombiana para competir en el negocio? Desde el momento en que obtuvo la licencia, sus trabajadores están abonando el terreno para empezar, lo antes posible, la producción y la fabricación de productos de aplicación tópica (como ungüentos, cremas, aceites), productos líquidos (jarabes, gotas) y productos homeopáticos. “Hay una amplia gama de productos que se pueden elaborar a partir de la marihuana que incluyen múltiples usos. Desde la parte analgésica, antiepiléptico, para trastornos del sistema nervioso central, para el cáncer –como coadyuvante en el manejo del dolor–.Dependiendo del uso específico desarrollaremos diferentes formulaciones”, explicó a Semana.com John Hernández, Ph.D en Ciencias biológicas y jefe producción de Labfarve.Le recomendamos: El colombiano que montó en EE. UU. Una empresa que cultiva y procesa marihuana Sin embargo, aún faltan varios procesos para iniciar en forma el negocio. Por ejemplo, faltan los trámites ante el Invima para la aprobación del registro sanitario y que Ecomedics, la empresa aliada, obtenga la licencia de cultivos. “Estaríamos hablando de 12 a 18 meses para la comercialización de los productos en Colombia. Pero nuestro aliado está a la expectativa de realizar la exportación de productos intermedios a otros países para la fabricación de medicamentos”, dijo Hernández. Por ahora, en Labfarve sólo tienen un gran temor: aún no tienen los equipos para producción a gran escala, pues requieren de una gran inversión. Allá esperan –al igual que varias empresas colombianas que hacen fila para obtener las licencias– que el Gobierno los respalde en la importación de tecnología, pues reconocen que en Colombia no tienen los suficientes equipos para fabricación masiva. “Estamos mirando cómo se puede iniciar la importación de estos equipos de extracción de fluidos supercríticos para producción a gran escala. Ese es el proceso ambientalmente más amigable. Nosotros podemos realizarlo con solventes, pero es más contaminante.Queremos inicialmente migrar a esa tecnología, pero en este momento sólo la tenemos a escala de laboratorio”, dijo. También le puede interesar: Los campesinos que van por el negocio de la marihuana medicinalFrente a este último punto, Juan Diego Álvarez, asesor del ministro y una de las cabezas que han estado al frente del proceso de regulación y licenciamiento de la marihuana medicinal, aseguró que el Ministerio de Salud no exige que las firmas que obtengan la licencia funcionen con una metodología específica de producción.“Ese no es único sistema para extracción del derivados de cannabis. No regulamos el método porque hay otros que también son viables. (…) Entonces, no exigimos que funcionen con un tipo de tecnología pues eso generaría competencia desleal”, explicó. Sin embargo, Álvarez recalcó que Colombia tiene incentivos tributarios para las personas que quieran realizar importación de tecnología. “Las empresas que obtengan licencias pueden aprovechar esos beneficios”, puntualizó.