Esta cachaca de padre costeño y madre boyacense encontró en esa mezcla de culturas la esencia perfecta para crear los libretos de las telenovelas más recordadas por los colombianos: Pero sigo siendo el Rey (1984), Gallito Ramírez (1986), San Tropel (1987) y La Casa de las dos Palmas (1991). “En el colegio siempre era la encargada de hacer las dramaturgias y de escribir los libretos”, le contó Bossio a SEMANA y agregó, “por eso quise estudiar Comunicación Social en la Tadeo, porque estaba orientada hacia los medios como la televisión y el cine”. Entró muy joven al mundo de la televisión y en total creó 27 historias entre series y telenovelas. Ganó tres premios India Catalina y dos Simón Bolívar y fue jurado de concursos en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, Caracol Televisión y el Festival de Cine de Cartagena. Actualmente se encuentra en el “mundo de la enseñanza” dictando talleres y seminarios en universidades como la Tadeo, la Javeriana y la Sabana, decisión que tomó después de realizar un largo viaje que marcó su vida. “Duré seis meses en distintos lugares del mundo y juré ante un témpano de hielo no volverme a clavar trabajando. Creo que viví mi momento, fui feliz, pero quemé esa etapa y ya estaba lista para seguir con la otra”. Ahora su hijo Nicolás, de 33 años, sigue sus pasos y ella, convencida de su talento, cree que puede llevarlo a ser el artífice de grandes producciones colombianas.