El promedio de edad de las personas que sufren un ataque al corazón ha bajado en los últimos años. Así lo señala un estudio reciente publicado en la revista Neurology, para el cual se evaluaron registros de infartos ocurridos entre 1993 y 2005 en personas que tenían entre 20 y 54 años. Según Brett Kissela, autor de la investigación y miembro de la Academia Estadounidense de Neurología (AAN), esta tendencia se debe al incremento de factores de riesgo como la diabetes, la obesidad y el colesterol alto, relacionados con los hábitos alimenticios y el estilo de vida de las personas, especialmente los más jóvenes. Por eso, para reducir el riesgo lo más importante es prevenir y solo se puede lograr si la gente observa una dieta balanceada, hace ejercicio con frecuencia y se toma la presión arterial. Si la gente pone de su parte y cambia estos hábitos, "se marcará una gran diferencia", concluyó Kissela.