Claudia Uribe es una de las principales coleccionistas de orquídeas de Colombia. Tiene entre 5.000 y 6.000 especies que ha ido recolectando a lo largo de los años. Su interés por estas plantas comenzó a raíz de la muerte de su hija. Necesitaba una actividad en la cual ocupar el tiempo y no tardó mucho en descubrir esta afición a la que decidió dedicarse por completo desde 2016. Cada día invierte unas siete horas en el cuidado de sus viveros. Estas flores, confiesa, son una grata compañía.

En su casa en el municipio de Rionegro, Antioquia, adecuó seis viveros llenos de árboles y cientos de macetas. Hay orquídeas por todas partes que ha ido encontrando gracias a recomendaciones de personas conocidas, de expertos y a los recorridos por ferias y exposiciones que ha hecho por todo el país. La orquídea más grande que tiene es una Cattleya de 17 centímetros y la más pequeña una Sigmatoscale con una flor de apenas 0.3 centímetros.

“He sido jardinera desde chiquita, mi abuela materna tenía orquídeas en su finca. Me dediqué a coleccionarlas y me dio una pasión impresionante por estas plantas. Les dedico muchas horas del día para contemplarlas, resembrarlas y estudiarlas, porque todos los días aprendemos de ellas”, cuenta Claudia y luego detalla el trabajo que realiza diariamente para mantener en su casa y en los viveros condiciones similares a las que requieren estas plantas en sus hábitats naturales.

En su casa en Rionegro, Antioquia, adecuó seis viveros con las mismas condiciones de los hábitats naturales de las plantas que colecciona. | Foto: Claudia Uribe

“Todas las de clima caliente las tengo en un vivero donde les he puesto plástico para que se suba la temperatura, pero dependiendo de donde sean organizo un lugar más fresco o más cálido”, advierte. Otro de los detalles que llama la atención de la colección es que no hay más de dos plantas de una misma especie.

Leticia Abdala, mexicana y propietaria de un vivero en Cali, es una de las personas que más le ha enseñado de orquídeas a esta coleccionista paisa, pues está convencida de que personas como Claudia contribuyen a la conservación de estas plantas. “Las orquídeas están muy amenazadas en sus hábitats por diferentes razones como la tala indiscriminada y la sobre extracción para la venta. Así que las colecciones personales y comerciales tienen una gran importancia”.

Colombia es el primer país del mundo en diversidad de orquídeas, se calcula que en el territorio crecen unas 40.000 especies de esta planta. Las condiciones geográficas y topográficas propician esta amplia variedad. Hay especies propias del continente americano y muchas otras originarias de países asiáticos y africanos.

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