Hace 40 años terminó la Segunda Guerra Mundial. Tras las espeluznantes historias descubiertas por los aliados en los campos de concentración nazis como Auschwitz, Treblinka, Sobibor, Dachau Belzec, etc., decenas de miles de criminales de guerra nazis han sido juzgados y castigados desde entonces por diversos tribunales internacionales. Entre finales de 1945 y mediados de 1 969, fueron investigados, en sólo Alemania Occidental, 79.401 nazis acusados de haber cometido crímenes. De ésos, doce fueron condenados a muerte (hasta 1949), 98 a cadena perpetua y 6.002 a muchos años de presidio. Investigaciones y juicios en otros países (Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Holanda, URSS, Francia, Israel) han dado cuenta, en general, del resto de tales criminales. Nuremberg, el más conocido de tales tribunales, funcionó del 20 de noviembre de 1945 al 1 de octubre de 1946 y juzgó a 22 altas cabezas del régimen nazi, en lo político, militar y económico. Las figuras más prominentes del Tercer Reich, entre líderes y genocidas, como Adolfo Hitler, Heinrich Himmler, Joseph Goebbels y Robert Ley, habían evadido la justicia suicidándose en las postrimerías de su reinado. Otro alto jefe Reinhard Heydrich, inventor de la "Solución Final", o sea la exterminación masiva de millones de judíos mediante fusilamientos, cámaras de gas, hambre y trabajos forzados, fue asesinado en 1942.Sólo tres hombres de esa época de horror han escapado a la ley internacional hasta la fecha. Heinrich Mueller, alto dirigente de la Gestapo, desapareció sin dejar rastro alguno y nada se volvió a saber de él. Martin Bormann, jefe de la cancillería del partido nazi y secretario privado de Hitler, huyó por las calles de Berlín horas antes de la llegada de las tropas soviéticas al bunker del Fuhrer, y también se esfumó. El tercero de la lista y probablemente el único que se conserva vivo, es el médico Josef Mengele, conocido también como el "monstruo de Auschwitz", o el "ángel de la muerte". Es el fugitivo nazi con el historial más tenebroso.Nacido el 16 de marzo de 1911 en Guenzburg, Alemania, Mengele fue adscrito como médico en mayo de 1943 por las autoridades nazis al campo de concentración de Auschwitz, Polonia, uno de los mayores centros de extermino de judíos y disidentes que fuera construido por órdenes de Hitler, después de su invasión a Polonia en septiembre de 1939. Rudolf Hess dirigía el campo, a donde llegaban miles de deportados bajo la excusa de que allí se les daría trabajo a esos "elementos supérfluos, carentes de ocupación". Su destino final era las cámaras de gas. Según un documento de la Procuraduría de FrankfurtMain, publicado en 1959, Mengele laboró en ese campo como oficial de la SS hasta enero de 1945, lapso durante el cual cometió ingente cantidad de asesinatos y torturas, bajo la impostura de practicar, con los prisioneros,experimentos "médicos" para hacer "aportes" a la ciencia. Eso no era todo. Mengele participó además en la "selección" de los prisioneros que llegaban al campo. La costumbre era conducir a ciertas categorías al exterminio inmediato. Niños, ancianos, enfermos y mujeres embarazadas, eran los primeros, Mengele definía estas cosas. Quienes pasaban esa fase podían convertirse en conejillos de indias de algunos médicos del campo, Mengele, entre ellos, era el más activo.Ruth Eliaz, una sobreviviente de Auschwitz, testimonió hace dos semanas lo siguiente, en un juicio simbólico contra Mengele en Jerusalén. Contó que ella tuvo una hija en ese campo. Días después del alumbramiento, Mengele inició un "esperimento" con la bebé. Quería saber cuánto podía una criatura aguantar sin alimento. A los 6 días, la niña agonizaba. Atormentada, la madre aceptó que una enfermera acabara el sufrimiento de su hija con una inyección de morfina. Y así se hizo.Fuente de enorme interés para Mengele eran los gemelos. Sobre ellos efectuó numerosos ensayos con diversos tipos de inyecciones, transfusiones, desangres, punciones en la espina dorsal, cirugías, etc.,cuyos resultados fueron, en su gran mayoría, la muerte. En algunos casos asesinó hermanos gemelos para hacer autopsias comparativas. Prisioneros de origen gitano y enanos, también eran objeto de pseudos experimentos: inyecciones de fenol, petróleo, cloroformo, aire, sustancias alcanforadas y transfusiones de médula espinal. Se sabe que una vez ordenó el fusilamiento de varias mujeres con el fin de hacer cultivos en el laboratorio con porciones de sus pechos. En otra oportunidad mató a un hombre a quien le había retirado el bazo sólo para ver los efectos.Existe la sospecha de que el "angel de la muerte" causó graves quemaduras a un grupo de monjas polacas a quienes sometió a altas dosis de rayos X, y que condujo a la muerte a 30 judíos, de un grupo de 80, a los cuales aplicó choques eléctricos en el campo de Monowitz. También--lo dice el documento de la corte de FrankfurtMain--ordenó la ejecución de un número alto de personas con el único propósito de reunir sus ojos para experimentar en ellos.Pero, aún eso no le bastaba al monstruo. Mengele, según testimonios de sobrevivientes de Auschwitz, supervisaba los operativos en las cámaras de gas y ocasionalmente él mismo arrojaba la sustancia tóxica respectiva. Algunos de sus "pacientes" que, tras cirugías de castración, esterilización, transplantes, etc., quedaban inservibles para el trabajo fueron enviados a dichas cámaras.Mengele logró escapar, sin embargo. A diferencia de otros médicos criminales de campos de concentración, como Horts Schumann--quien fue hallado y extraditado de Ghana- y a diferencia de Adolfo Eichmann --gran arquitecto de las masivas deportaciones de judíos a campos de concentración y "genio" que solucionó el problema de cómo elevar la rata de muertes en Auschwitz de 10 mil a 12 mil personas diarias--Mengele se esfumó de Auschwitz antes de que dicho campo fuera liberado por el Ejército Rojo. Eichmann por lo menos al final de la guerra fue capturado pero pudo ocultar su verdadera identidad y huir a la Argentina, donde vivió bajo el falso nombre de Ricardo Klement hasta mayo de 1960 cuando agentes israelíes lo capturaron y enviaron a Israel clandestinamente, lo que causo sonoro incidente diplomático.Pero ese no fue el caso del "monstruo de Auschwitz". Sobre su ignoto paradero se dicen muchas cosas. La versión más autorizada es la de Simón Wiesenthal, director del Centro de Documentación Judío de Viena, quien durante décadas ha buscado y hallado criminales de guerra nazis. El afirma que el médico ha vivido durante años en Paraguay, protegido por la dictadura del general Alfredo Stroessner, a quien está unido por lazos de amistad. Según Wiesenthal Mengele hoy está refugiado en una zona militar cerrada, cercana a la re sidencia de verano de Stroessner, en Laureles, Paraguay. Fuentes menos confiables, como el Sunday Times de Londres sugieren que el fugitivo anda como Pedro por su casa en el cono sur latinoamericano. Según el diario, Mengele "fue visto hace ocho meses en un hotel en la aldea de Volendan, (una comunidad alemana de fe menonita) cerca de la frontera entre Brasil y Paraguay", desde donde se desplaza--dice el Sunday--con frecuencia a otros lugares de Latinoamérica apoyado por un misterioso agente de viajes ex nazi no identificado que reside en Guayra, Brasil. Stroessner ha dicho por su parte, que Mengele salió de Paraguay en 1979 y que perdió su ciudadanía paraguaya pues desde ese entonces no reside en el país. Otros aseguran, en cambio, como un ex instructor de alemán para oficiales de la Polícia de Asunción de 1978 a 1980, que vive hoy en Bremen, que Mengele es el médico personal del dictador paraguayo. Dicha fuente envió una carta con dicha revelación al centro de documentación sobre crímenes de guerra nazis de Haifa, Israel, cuyos directivos decidieron, hace 20 días enviar copia de la misma a Juan Pablo 11 para que interceda ante el gobierno paraguayo a fin de que éste extradite al criminal a Alemania Federal, donde en 1959 y 1981 fueron expedidas órdenes de captura internacional contra Mengele.Cuarenta años después de terminada la Segunda Guerra Mundial el criminal más buscado del mundo, quien salió de Argentina en 1959, aún logra escabullírsele a los servicios secretos del Mossad israelí. Pero viejo, y posiblemente enfermo, al ángel exterminador no le quedan sino dos recursos: enfrentar un juicio o morir.