La patrullera de la selvaMercy Gómez Ayala, Jefe de la Unidad Investigativa Justicia y Paz (Sijín Amazonas).Defender los derechos de los menores de edad siempre será una tarea prioritaria. Pero esa labor tiene más mérito cuando se trata de llevarla a cabo en un lugar apartado, donde los recursos son menores o inexistentes. La santandereana Mercy Gómez, reconocida recientemente como la mejor policía del año por la Fundación Corazón Verde, es la responsable de mantener a raya a los criminales de delitos sexuales en el departamento de Amazonas. En los seis años que lleva en la institución ha liderado más de 200 investigaciones relacionadas con el tema, además de trabajar en otras áreas como violencia intrafamiliar, restitución de tierras, desplazamiento y desaparición forzada. Su trabajo no se detiene cuando logra concluir una investigación o poner a un sospechoso ante la justicia; también acompaña a las víctimas y se mantiene en contacto con ellas. Actualmente, Mercy es una de las policías más destacadas del país, sin embargo, su gran sueño es estudiar psicología, una profesión que le permitirá comprender mucho más a las personas que defiende.“No solo debemos tener el derecho a la igualdad debemos vivirlo”Cinco preguntas a Martha Ordóñez, Consejera Presidencial para la Equidad de la Mujer.A pesar de los avances en materia de equidad que ha vivido Colombia en poco menos de un siglo, aún son muchos los retos que quedan por superar para que las mujeres tengan igualdad plena de derechos y oportunidades. Como todos los años, en marzo se recuerdan las luchas por cerrar esta brecha. La mujer que se encarga de estos temas desde la Presidencia de la República responde al respecto. Semana: ¿En qué está bien Colombia y en qué está mal en términos de equidad para la mujer?Martha Ordóñez: Analizar la situación en materia de equidad para las mujeres colombianas hoy es pensar en el vaso medio lleno o medio vacío. A las mujeres se nos han reconocido formalmente nuestros derechos, no obstante, hay una brecha entre ese reconocimiento legal y el ejercicio real de los mismos. Esto significa que todavía desigualdades con respecto a los hombres. Por ejemplo, las mujeres asumimos mayoritariamente las labores domésticas, ganamos en promedio un 19 por ciento menos que los hombres por igual trabajo, trabajamos 10,4 horas más a la semana, estamos lejos de la paridad en los cargos de poder y toma de decisiones, somos víctimas de diversas formas de violencia por el hecho de ser mujeres, por nombrar algunas de las áreas problemáticas. Además, esta situación se agrava cuando a la discriminación por ser mujer se suman otras formas de discriminación como la étnica, la etaria, la rural o la que enfrentan las mujeres víctimas del conflicto armado. Por eso es tan importante seguir avanzando en la implementación de la política pública de equidad de género, que justamente busca garantizar el ejercicio de derechos para las mujeres con el compromiso de todas las entidades del Estado y la sociedad en su conjunto.Semana: ¿Por qué se da la paradoja de que hay tantas mujeres en la universidad, particularmente en programas de posgrado, pero para ellas las oportunidades siguen siendo escasas?M. O.: Tiene que ver con la discriminación histórica que afecta a las mujeres en nuestras sociedades. Es cierto que hoy tenemos más mujeres con alto nivel de educación y las oportunidades son escasas. Esto se debe a que aún hay estereotipos y prejuicios en la sociedad que hace que a las mujeres no accedan en igualdad al mercado laboral, no se les contrate por el mismo salario y no se valore su profesionalización. Lo más difícil es cambiar la cultura puesto que damos por naturales situaciones que no lo son. No podemos decir que la discriminación solo afecta a las mujeres pobres y de menos recursos, la discriminación afecta a todas las mujeres, sin embargo, indudablemente las más pobres se encuentran entre las más discriminadas.Semana: En Colombia abundan los ejemplos de mujeres muy talentosas, con méritos académicos y personales, con buenos cargos e iniciativas. ¿Son ellas la excepción cuando se las compara con la totalidad de mujeres del país?M. O.: Son la excepción en el sentido de que son muy pocas mujeres las que llegan a ocupar esos cargos y alcanzan una vida exitosa profesional y con reconocimiento, no son la excepción en puesto que en el país hay un porcentaje muy alto de mujeres con méritos académicos para desempeñarse en altos cargos . Tenemos que avanzar en una sociedad en que en su conjunto valore a las mujeres en igualdad con los hombres.Semana: En teoría las mujeres deberían ganar igual que los hombres, es la ley, pero controlar eso es muy difícil. ¿Qué se puede hacer al respecto?M. O.: Desde el Gobierno Nacional, y en el marco de la Política Pública Nacional de Equidad de Género, se implementa el programa de equidad laboral a cargo del Ministerio del Trabajo, que justamente tiene entre sus objetivos velar por el cumplimiento de estas normas. Sin embargo, también, en el marco de ese programa, trabajamos incentivando a las empresas privadas a que se comprometan con la equidad laboral. Desde el 2013, adelantamos el sello Equipares, que busca certificar a las empresas que desarrollan políticas de igualdad entre los género, y que tiene justamente un componente de igual trabajo igual salario.Semana: ¿Qué actitudes de auto sabotaje tiene la sociedad cuando se refiere a las mujeres, por ejemplo, cuando se dice que si manosean a una mujer fue porque se lo buscó, etc.?M. O.: Preferiría hablar de actitudes de discriminación, ya que la discriminación hacia las mujeres es un asunto del conjunto de la sociedad, tanto de hombres como de mujeres. Recientemente dimos a conocer los resultados de la II Encuesta de Tolerancia social e institucional frente a las violencias contra las mujeres, aún hombres y mujeres encuestadas piensan,  por ejemplo en un 18 por ciento que los hombres de verdad son capaces de controlar a sus mujeres; un 24 por ciento piensa que las mujeres que se meten con hombres violentos no se deben quejar de que las golpeen; un 37 por ciento considera que las mujeres que se visten de manera provocativa se exponen a que las violen; un 19 por ciento considera que una buena esposa debe obedecer a su esposo así no esté de acuerdo y un 26 por ciento de la población considera que es normal que los hombres no dejen salir sola a su pareja.Es decir aún tenemos mucho que hacer por cambiar los estereotipos y prejuicios que generan discriminación, la sociedad debe cambiar, es necesario educar a niños y niñas de otra forma. Tenemos que transformar nuestra forma de ver el mundo y no naturalizar la discriminación y violencia hacia las mujeres, no solo debemos tener el derecho a la igualdad debemos vivirlo, por eso es que el vaso aún no está lleno.