Según ellos, Juan Carlos Córdoba Ocaña, alias "El Furcio", murió en un tiroteo con soldados, en la ciudad de Monterrey. Los soldados también liberaron a ocho personas que habían sido secuestradas por los narcotraficantes. Los fiscales acusaban a Córdoba Ocaña de haber participado en la desaparición de siete agentes de policía y de ataques a muchos otros. El cártel de los Zetas es uno de los grupos criminales mejor armados y más violentos que operan en México.