LA VERSION OFICIAL del desastre de Lockerbie (Escocia), cuando una bomba puesta en un jumbo de Pan American causó la muerte de 270 personas en 1988, dio por hecho que los dos acusados libios eran los responsables y justificó que la ONU impusiera sanciones contra su país por negarse a entregar a sus ciudadanos para ser juzgados en Escocia o Estados Unidos. Esa verdad que parecía inquebrantable, ha quedado en entredicho luego de la exhibición, en la Cámara de los Comunes de Londres, de una película titulada La doble cruz maltesa, que acusa a las agencias de inteligencia de países occidentales de ser cómplices y de armar un encubrimiento de los detalles de la explosión. El filme intenta demostrar que esas entidades secretas estuvieron involucradas en una operación encubierta de narcotráfico, lo cual permitió eventualmente introducir la bomba en el fatídico vuelo.-