Donald Trump se abalanzó sobre su chófer y tomó el volante de su limusina para intentar sumarse a la marcha de sus partidarios, manifestación que se realizó camino al Capitolio el día de la asonada del 6 de enero de 2021, así lo reveló un explosivo testimonio el martes, 28 de junio, en el Congreso estadounidense.

Cassidy Hutchinson, asistente del jefe de gabinete de Trump, Mark Meadows, dijo al comité parlamentario que investiga la toma del Capitolio y que el presidente había exigido marchar con la turba.

Después de dar un encendido discurso cerca de la Casa Blanca, Trump creyó que lo llevarían a unirse a la multitud que se dirigía al Capitolio con miras a impedir la certificación de la victoria electoral de Joe Biden en las elecciones presidenciales de 2020.

Por eso se enfureció cuando le dijeron que era imposible por razones de seguridad, y trató de forcejear con personal del Servicio Secreto por el control de su automóvil oficial, testificó Hutchinson. “Soy el maldito presidente, llévame al Capitolio ahora”, dijo Trump, según Hutchinson, quien indicó que otro funcionario de la Casa Blanca le contó la historia.

Los partidarios del presidente Donald Trump escalan el muro oeste del Capitolio de los Estados Unidos en Washington mientras intentan asaltar el edificio el 6 de enero de 2021, mientras dentro del Congreso se preparan para afirmar la victoria electoral del presidente electo Joe Biden. | Foto: Copyright 2021 The Associated Press. All rights reserved

Trump, quien coquetea abiertamente con la idea de postularse a la presidencia en 2024, denunció con vehemencia todas estas revelaciones, buscando desacreditar a Hutchinson en mensajes en su red social Truth Social y descartando el episodio como “falso”.

Y es que el panel del Congreso ha pasado un año investigando los disturbios del 6 de enero de 2021 que detuvieron temporalmente la certificación del resultado de las elecciones presidenciales.

Hasta ahora, el comité realizó seis audiencias públicas para esbozar su hallazgo inicial: que Trump lideró una conspiración criminal para revocar su derrota ante Biden que llevó a la violencia. Con acceso privilegiado a Trump, Hutchinson era una figura central en la administración y dio al comité su primer reporte detallado de lo que ocurría entonces en la Casa Blanca.

Ella testificó que Trump y algunos de sus principales lugartenientes estaban al tanto de que podrían generarse hechos de violencia antes de que se produjera la toma del Capitolio, contradiciendo las afirmaciones de que el ataque fue espontáneo y no tuvo nada que ver con la administración.

Una multitud de simpatizantes de Trump irrumpió en el Capitolio mientras los congresistas certificaban de la victoria de Joe Biden. | Foto: Reuters/BBC Mundo

“Las cosas podrían empeorar mucho”

Hutchinson dijo que recordaba a Meadows decir cuatro días antes de la insurrección: “Las cosas podrían ponerse muy, muy mal el 6 de enero”. Agregó que había buscado a su jefe después de una reunión en la Casa Blanca en la que participó el abogado de Trump, Rudy Giuliani.

Cuando se iban, Giuliani le preguntó si estaba “emocionada” por el 6 de enero. Cuando ella le preguntó por qué, Giuliani “respondió algo así como ‘camos a ir al Capitolio’”, recordó y añadió: “‘va a ser grandioso. El presidente estará allí. Se verá poderoso. (...) Habla con el jefe al respecto. Él lo sabe’”.

Hutchinson afirmó que luego le contó a Meadows lo que Giuliani había dicho. “Él no levantó la vista de su teléfono y dijo algo como ‘están pasando muchas cosas, Cass, pero no sé. Las cosas podrían empeorar mucho el 6 de enero’”, relató Hutchinson.

“Cuando escuché la opinión de Rudy el 6 de enero y luego la respuesta de Mark, ese fue el primer momento en el que recuerdo haberme sentido asustada y nerviosa por lo que podría pasar”, agregó. Hutchinson le dijo al comité que esos días escuchó los nombres de los grupos de extrema derecha “Oath Keepers” y “Proud Boys” mencionados en la Casa Blanca.

Con información de AFP.