El Old Bailey, como se conoce comúnmente al Tribunal Penal Central de Inglaterra, es uno de los edificios de juzgados más célebres del mundo y por estos días ha visto en sus estrados uno de sus procesos más extraños: el caso de la fábrica de eunucos.

Jacob Crimi-Appleby, un joven de 22 años, natural de Epsom, condado de Surrey se declaró culpable de lesiones personales al noruego Marius Gustavson, a quien le congeló una pierna, lo cual llevó a que le fuera amputada.

Él no fue el único que reconoció haberle causado estos daños a Gustavson.

Otro acusado, Nathan Arnold y Damien Byrnes, se declararon culpables de haber participado tanto en el congelamiento de la pierna de Gustavson, como en la extirpación parcial de un pezón y de su pene.

Al jefe del grupo le fue congelada la pierna para podérsela amputar, con su consentimiento. | Foto: Foto: Alapid

Arnold es enfermero y también admitió el delito de “pornografía extrema” y robo de medicamentos del hospital donde trabajaba.

Lo raro es que Gustavson, quien testificó por video y sentado en una silla de ruedas, no está tan molesto con sus agresores como podría creerse, por la sencilla razón de que todos pertenecen a una sociedad, cuyos miembros se someten consensualmente a modificaciones extremas de sus cuerpos.

“La práctica está ligada a una subcultura en la que los hombres se convierten en ‘nullos’, forma abreviada para ‘genital nullification’, que en inglés significa anulación genital, la cual se logra a través de la extirpación del pene y de los testículos”, de acuerdo con The Times, de Londres.

De su lado, el Daily Mail informó que los nombres de los perjudicados no se daban a conocer por razones legales.

Uno de los miembros era enfermero y otro actuaba de cirujano, al parecer, sin haberse graduado de médico. | Foto: Getty Image

La policía, continuó el diario, afirma que se trata de un esquema que incluye 29 delitos contra trece personas, referentes a modificaciones extremas del cuerpo, remoción de algunas de sus partes, comercio con las mismas y grabación de videos de estas operaciones para luego subirlos a la web de Gustavson, titulada Eunuch Maker (Fabricante de eunucos).

Así las cosas, además de víctima, Gustavson también es victimario, pues les ha practicado las mismas lesiones a sus compañeros en la truculenta sociedad.

Ya se declaró inocente en un caso en que resultaron mutilados tres hombres y tiene pendiente otro de daños corporales con intención, sucedidos entre 2016 y 2022.

Más exactamente, las autoridades han tildado estas actividades como una “conspiración” y que las prácticas de remoción de los genitales se llevan a cabo sujetando a la persona con unas abrazaderas metálicas.

Los informes policiales replicados por la prensa, también revelan que el grupo estuvo vigente durante seis años, durante los cuales amasaron ganancias por unos 224.000 euros, unos 1.000 millones de pesos.

El líder del grupo se sometió a que le extirparan parte de una tetilla. | Foto: A. Carmichael

La fiscal del caso, Caroline Carberry, cree que la ficha clave de la trama es otro miembro de la sociedad, Petes Wates, de 66 años, pues se desempeñaba como cirujano durante las macabras sesiones. Así, estaría involucrado en no menos de nueve castraciones.

En la corte aparecieron otros cinco hombres, ligados también a la sociedad, aunque solo narraron su experiencia sin que tuvieran que responder por cargos criminales.

Al caso aún le queda tela por cortar, dijo de The Times, pues hay más miembros del grupo por identificar.

Se espera que, a fines de junio, cuando está programada una nueva audiencia, se sepa quiénes son y los crímenes que cometieron o las mutilaciones a que se sometieron.