La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) afirmó lunes que la posesión de Bernardo Arévalo como presidente de Guatemala es “parte del triunfo de la democracia y la resiliencia del pueblo guatemalteco demostrada en su lucha por la prevalencia del Estado de derecho”.

La CIDH, que ha subrayado que asumió la Presidencia guatemalteca en la madrugada de este lunes “tras un cuestionado retraso por parte del Congreso”, ha expresado al nuevo Gobierno su disposición de brindar la cooperación técnica requerida para atender las afectaciones a los Derechos Humanos observadas en el país en relación con el deterioro de la institucionalidad democrática, la independencia judicial y la impunidad y corrupción.

“Los serios desafíos mencionados ya fueron denunciados por la CIDH a través de sus diversos mecanismos de protección, defensa y monitoreo de Derechos Humanos, y dieron lugar a diversas medidas cautelares adoptadas en favor de las personas operadoras de justicia y defensoras de Derechos Humanos”, reza un comunicado.

En un contexto más amplio, la CIDH ha advertido de que 2017 viene advirtiendo a la comunidad internacional, como forma de alerta temprana, sobre los efectos del flagelo de la corrupción en los Derechos Humanos, temática que ha sido tratada también ante los órganos políticos de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Bernardo Arévalo finalmente tomó posesión como nuevo presidente de Guatemala. | Foto: AFP or licensors
Karin Herrara (vicepresidenta de Guatemala), Bernardo Arévalo (presidente de Guatemala) y Gustavo Petro (presidente de Colombia). | Foto: Presidencia

Así, ha resaltado la importancia de la adopción de medidas para fortalecer la independencia judicial con ocasión de los procesos de selección de funcionarios de justicia, por lo que ha llamado al Estado a cesar el “uso indebido” del derecho penal, de conformidad con los estándares iberoamericanos.

También ha abogado por adoptar medidas que aseguren el retorno seguro de las personas que se han exiliado tras denunciar persecución penal con motivo de sus funciones, y ha pedido garantizar mecanismos de rendición de cuentas a fin de investigar y determinar las responsabilidades administrativas y penales correspondientes.

Arévalo tomó posesión el domingo tras una serie de retrasos provocados por la paralización de la instauración del nuevo Congreso guatemalteco. Previamente el Ministerio Público había puesto en duda los resultados de las elecciones de junio y agosto de 2023 en las que fue elegido presidente a pesar del aval internacional a los comicios.

¿Quién es Bernardo Arévalo? Del anonimato a presidente de la lucha contra la corrupción en Guatemala

Hijo del primer gobernante democrático de Guatemala, el sociólogo Bernardo Arévalo, que juró como presidente en la madrugada del lunes 15 de enero de 2024, pasó de ser casi un desconocido a simbolizar la esperanza de un país cansado de la corrupción y a desatar el pánico de la élite conservadora.

Este exdiplomático y también filósofo de 65 años pasó en junio, contra todo pronóstico, a la segunda ronda presidencial que ganó en agosto frente a la candidata conservadora aliada del oficialismo, con un 60 % de los votos, prometiendo perseguir a los corruptos.

Seguidores de Arévalo lo acompañaron en el tan esperado momento de su posesión. | Foto: AFP or licensors

Desde entonces, Arévalo y su partido Movimiento Semilla fueron blanco de una ofensiva judicial, encabezada por la Fiscalía, que el socialdemócrata asegura fue encomendada por la élite político-empresarial para evitar su ascenso al poder.

De personalidad tranquila, subió el tono para denunciar esa arremetida como un intento de “golpe de Estado” en su contra y recibió los apoyos de la comunidad internacional y, en su país, de los jóvenes y comunidades indígenas.

Arévalo ha calificado su ascenso al poder como un proceso “tortuoso” debido a la persecución judicial, pero prometió “cerrar esta época tenebrosa de cooptación corrupta” que por “más de dos décadas” afecta al país.

Poniendo fin a 12 años de gobiernos de derecha, sustituyó a Alejandro Giammattei, a quien los seguidores de Arévalo señalan de formar parte de lo que llaman el “pacto de corruptos”.

Sobre sus espaldas recae el legado de su padre, Juan José Arévalo (1945-1951), elegido democráticamente tras la llamada Revolución de Octubre que acabó con décadas de dictaduras. Al mandato de su progenitor, considerado el mejor presidente en la historia de Guatemala, y del gobierno progresista de Jacobo Árbenz se le llamó la “primavera democrática” (1944-1954), con importantes reformas sociales.

Pero Árbenz, impulsor de una reforma agraria, fue derrocado en 1954 en un golpe de Estado ejecutado por la CIA, poniendo fin a la década democrática en Guatemala, al que por su clima se le conoce como “el país de la eterna primavera”.

Siete décadas después, Washington ha salido en defensa del hijo del expresidente Arévalo ante la persecución de la Fiscalía, que consiguió inhabilitar a Semilla al acusarlo de irregularidades en su formación como partido.

Evocando una nueva “primavera” para Guatemala, Arévalo dice que recorrerá “el mismo camino” que su padre, luchando contra la corrupción para que las instituciones trabajen por el desarrollo social, en un país donde 60 % de sus 17,8 millones de habitantes son pobres.

Con información de Europa Press y AFP