Los últimos años de Brasil han sido convulsionados. Ni Lula, ni Dilma vivieron propiamente una luna de miel y el giro a la derecha que se dió con Jair Bolsonaro solo sirvió para poner al gigante suramericano en el centro de la controversia. Ahora, las cartas se vuelven a barajar y la izquierda podría ganar.

El Tribunal Superior Electoral (TSE) confirmó la candidatura presidencial de Luiz Inácio Lula da Silva, quien contará con el exgobernador de Sao Paulo Geraldo Alckmin como aspirante a vicepresidente en las elecciones del 2 de octubre. Es la sexta vez en la historia brasileña que Lula es candidato.

Mientras tanto, el actual presidente Jair Bolsonaro va tras la reelección. Bolsonaro es el oponente más fuerte para Lula y recientemente fue acusado de varios delitos, entre ellos, los de propaganda electoral anticipada, abuso de poder y crímenes contra el Estado democrático. El mandatario brasileño ha manifestado a través de sus redes sociales que las urnas virtuales no son seguras.

“Esos pocos sordos de capa negra tienen que entender lo que es la voz del pueblo”, dijo Bolsonaro el domingo en alusión a los jueces del Supremo Tribunal Federal que también integran el Tribunal Supremo Electoral, informó AFP. “El Ejército está de nuestro lado”, declaró, también, Jair Bolsonaro durante el lanzamiento formal de su candidatura a la reelección en el estadio Maracanazinho de Río Janeiro, según informó Reuters.

¿Lula podrá ganar las elecciones?

Ante las afirmaciones de Bolsonaro, líderes del mundo se pronunciaron para manifestar su preocupación por la seguridad de la democracia. Esta semana se llevó a cabo La Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas (CDMA). Una reunión política internacional multilateral, iniciada en 1995, cuyo objetivo es promover el conocimiento mutuo, el análisis, el debate, el intercambio de ideas y experiencias en el ámbito de la defensa y la seguridad. La CDMA está compuesta por 34 Ministerios de Defensa y Seguridad de las Américas

El ministro de Defensa brasileño, Paulo Sérgio Nogueira, dijo el martes que Brasil respeta la “Carta de la Organización de los Estados Americanos (OEA)” y la “Carta Democrática Interamericana y sus valores, principios y mecanismos”, documento que afirma que los gobiernos tienen por obligación defender la democracia, informó agencia AFP.

Sin embargo, durante el CDMA Reuters informó que, el secretario de Defensa de los Estados Unidos, Lloyd Austin, enfatizó el martes en la necesidad de que los militares estén bajo un firme control civil. “(Austin) debería simplemente dejar claro que los militares deben mantenerse al margen de las elecciones y permitir que cualquier disputa sobre las mismas se resuelva por medios constitucionales”, dijo a Reuters el representante estadounidense, Tom Malinowski

“La Justicia Electoral ha actuado de manera hercúlea para remover todas estas imprecisiones y demostrar a la población que el sistema electrónico es honesto y confiable”, dijo el presidente del TSE, el juez Edson Fachin, y le ordenó a Bolsonaro retractarse. El último sondeo de Datafolha de junio mostró a Lula con 47% de intención de voto, seguido por 28% de Bolsonaro.

“¡Lula, ladrón, tu lugar es en la prisión!”, bramó la multitud durante el lanzamiento de la candidatura de Bolsonaro. “Convoco a todos ustedes para que el 7 de septiembre vayamos a las calles por última vez”, dijo Bolsonaro para manifestar su inconformidad con el TSE, según informó AFP. “Proteger la integridad del sistema electoral brasileño y del proceso electoral es urgente y vital para la supervivencia de la democracia”, afirmó Flávia Pellegrino, del Pacto por la Democracia, y calificó a Bolsonaro de “gobernante autoritario”, dijo al ser consultada por AFP.

“Brasil tiene un sólido historial de elecciones libres y justas, con transparencia y altos niveles de participación de los votantes”, consideró portavoz del Departamento de Estado. “Confiamos en que las elecciones de Brasil de 2022 reflejarán la voluntad del electorado”, añadió, rechazando las afirmaciones de fraude de Bolsonaro, según el informe de AFP.