Tras el accidente aéreo en el que se presume murió el líder paramilitar del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, han comenzado a revivir diferentes teorías y hechos en los que se evidencia el terrible destino que han sufrido los enemigos del presidente ruso, Vladimir Putin, aunque este tipo de venganzas provengan de mucho antes en la historia soviética.

Justamente hace dos meses se presentó la rebelión fallida de Wagner, en la que Prigozhin prometió tomarse la capital para mostrar al presidente Putin lo que se estaba generando bajo su mandato, al no continuar con su avanzada y permitir una derrota al negociar con el Kremlin por mediación bielorrusa, el líder paramilitar se convirtió en el enemigo número uno del mandatario ruso, por lo que comenzó a disipar sus tropas para otro continente.

las autoridades rusas no han evidenciado el motivo que llevó a la caída del avión, pero ya hay quienes especulan que se trata de la venganza del Kremlin por su rebelión. | Foto: SEMANA

Pues bien, la última vez que se difundió un video sobre Prigozhin, esta informó que estaba con sus tropas en África, y este miércoles se comunicó sobre su muerte tras un accidente aéreo cerca de Moscú. Hasta el momento, las autoridades rusas no han evidenciado el motivo que llevó a la caída del avión, pero ya hay quienes especulan que se trata de la venganza del Kremlin por su rebelión.

De ser ciertas las suposiciones que se han establecido, Prigozhin no sería el primer afectado a manos del Gobierno ruso, sino el más reciente. El prontuario que se le adjudica al presidente Putin desde su llegada al poder hace más de 20 años es largo, por lo que se ha consolidado como un político que busca a toda costa acabar con la oposición o cualquier rival que se le aparezca.

Entre algunos de los casos que se adjudican está el de 2004, cuando se registró una acción militar en contra de uno de sus enemigos. Se trató de una bomba que destrozó el auto del presidente de los rebeldes chechenos en el exilio, Zelimján Yandarbiyev, a su regreso a casa tras visitar su mezquita en Catar. Años después, varios agentes del Departamento Central de Inteligencia ruso fueron condenados por el asesinato, aunque nunca se esclareció si Putin había tenido injerencia en el atentado.

Hay varios más de los rivales de Putin que han muerto durante su mandato | Foto: TASS Host Photo Agency

Luego, a finales de 2006, el exagente del Servicio Federal de Seguridad ruso y en aquel momento confidente del Kremlin y desertor del régimen, Alexander Litvinenko, sufrió un grave cuadro de una extraña enfermedad después de haberse reunido con dos exagentes rusos. Durante más de 20 días padeció una agonía indescriptible, al ser envenenado con polonio-210, lo que finalmente le causó la muerte. En 2016, una investigación británica dictaminó el hecho como un asesinato del régimen ruso y acusó a Putin y al Servicio Federal de Seguridad de ser los autores de este hecho.

Hay varios más de los rivales de Putin que han muerto durante su mandato. Por ejemplo, la periodista Anna Politkovskaya murió a disparos en su apartamento en 2006 después de sus denuncias contra el régimen por abusos y afectación en los derechos humanos. En 2009, también fueron ultimados la activista Anastasia Baburova y el periodista Stanislav Markelov. Meses después, Natalya Estemirova, que acusaba al Gobierno de varios crímenes, fue secuestrada y luego se confirmó su homicidio.

Alexey Navalni, que purga una pena de nueve años y ha denunciado haber sido envenenado tras las rejas. | Foto: Copyright 2021 The Associated Press. All rights reserved

Pero activistas y periodistas no han sido el blanco exclusivo contra el que Putin y sus allegados habrían atentado o, al menos, los únicos que han sido hallados muertos en extrañas circunstancias. Durante su mandato, una decena de oligarcas opositores han fallecido por suicidios extraños, como ahorcamientos cuyas autopsias no han sido claras, accidentes con venenos, hombres que matan a sus familias y luego se quitan la vida e, incluso, que caen por ventanas de pisos altos de manera fortuita.

La muerte no es el único destino que tienen los enemigos de Putin, ya que también pueden ser encarcelados, como el caso del activista opositor Alexander Navalni, que purga una pena de nueve años y ha denunciado haber sido envenenado tras las rejas, mismo caso de Vladimir Kara-Murza. Yevgueni Roizman, otro opositor, también está en prisión, acusado de propagar información falsa del ejército.