Un equipo de socorristas halló este viernes 18 de marzo los cuerpos de tres personas, una mujer adulta y dos menores, elevando a siete el número de fallecidos por el alud que arrasó el martes pasado varias casas de un pueblo andino en el norte de Perú, informó una autoridad local.

Las labores de rescate continúan porque todavía hay un desaparecido.

“Hoy (viernes), se recuperó dos (cuerpos) y otro se ha ubicado (sic)”, dijo Gino Quesada, jefe del Comando de Operaciones de Rescate citado por la agencia estatal Andina.

Las víctimas son una madre y sus dos hijos, según dicho responsable. Los rescatistas recuperaron siete cuerpos desde la tragedia: tres el miércoles, uno el jueves y tres este viernes.

El deslizamiento de tierra ocurrió el martes en la mañana en Retamas, un remoto poblado habitado por familias de mineros situado a 2.800 metros de altitud de la región La Libertad, unos 500 km al norte de Lima, al desprenderse la cima de un cerro sobre las viviendas por las fuertes lluvias que cayeron en la zona en los últimos días.

El ministro de Defensa, José Gavidia, indicó que las casas sepultadas por el derrumbe fueron “aproximadamente siete”. No es la primera vez que Retamas sufre una tragedia así. En 2009, un alud dejó 13 muertos, entre ellos, un niño.

Los aludes ocurren con regularidad durante las lluvias estacionales en la región andina de Perú y en otras zonas de Sudamérica, donde es común que se levanten áreas residenciales en zonas de riesgo, como laderas de cerros.

“Mapa de riesgos”

Las tareas de búsqueda se prolongaron toda la noche del martes, con una pausa de un par de horas, y se reanudaron al amanecer del miércoles, con participación de policías y bomberos enviados de otras localidades.

El presidente peruano, Pedro Castillo, anunció entonces que en el Consejo de Ministros se declararía estado emergencia en el pueblo de Retamas tras supervisar las labores de rescate y la ayuda a los damnificados.

“Declaramos el estado de emergencia en el centro poblado de Retamas. Empadronaremos a los afectados para que sean reubicados en un lugar seguro, con mejores condiciones, y así garantizar su salud, educación y vivienda”, dijo Castillo.

Castillo lamentó que en Perú la gente pobre construya sus precarias casas en lugares inseguros. “En el Perú nos falta un mapa de riesgos, hay gente que se atreve hacer un techo [casa] sobre un río, hay gente que se atreve a perforar un cerro para hacer sus viviendas”, agregó.

El arzobispo de Trujillo, Miguel Cabrejos, lamentó “la pérdida de vidas humanas” por el alud. “Ya se había determinado este lugar como zona de alto riesgo”, advirtió además Miguel Yamazaki, director de Preparación de la Defensa Civil.

El 15 de febrero, deslaves a causa de las torrenciales lluvias arrasaron algunos sectores de la ciudad brasileña de Petrópolis, al norte de la ciudad de Río de Janeiro, una tragedia que se saldó con 217 muertos, entre ellos 42 menores, y 33 desaparecidos.

*Con información de la AFP.