Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, condenó este miércoles 17 de mayo un ataque perpetrado por hombres armados el pasado martes en Ogbaru, en el estado nigeriano de Anambra, contra un convoy de diplomáticos de la embajada estadounidense, el cual dejó cuatro muertos y tres secuestrados.

“Condenamos en los términos más enérgicos este ataque. Trabajaremos en estrecha colaboración con nuestros colegas encargados de hacer cumplir la ley en Nigeria para tratar de llevar a los responsables ante la justicia”, dice el comunicado.

Blinken también manifestó que Washington trabaja con las respectivas autoridades nigerianas para localizar a los integrantes del convoy, que estaba conformado por cinco empleados de ese país vinculados a la misión diplomática y cuatro policías, los cuales fueros secuestrados.

El ataque dejó cuatro muertos en el convoy. | Foto: Getty Images

“Todavía no sabemos el motivo del ataque, pero no tenemos indicios en este momento de que haya estado dirigido específicamente contra nuestra misión”, precisó. Además, agregó que “Estados Unidos no tiene mayor prioridad que la seguridad y protección de su personal”.

“Expresamos nuestras más sentidas condolencias a las familias de las personas fallecidas en el ataque y nos comprometemos a hacer todo lo posible para localizar a las personas que siguen desaparecidas. Valoramos profundamente nuestra relación con nuestro personal local y nuestra asociación con Nigeria”, puntualizó.

Antony Blinken aseguró que Estados Unidos investigará los hechos en conjunto con Nigeria. | Foto: Con derechos gestionados de Getty Images

La inseguridad en Nigeria, anteriormente centrada en el norte del país, se ha extendido en los últimos meses a otras zonas, como el sureste haciendo saltar las alarmas por la posible expansión de las redes terroristas y criminales.

Este hecho se produjo en momentos en los que se presentan enfrentamientos entre pastores y granjeros, en el centro de Nigeria que han dejado más de 30 muertos.

El responsable de información y comunicación del estado de Plateau, el más poblado de África, Dan Manjang confirmó que estos actos de violencia se registraron “en varios pueblos” en Bwoi, en el distrito de Mangu.

“Hacia las 11:56 a.m. (hora local) se recibió una llamada de socorro”, declaró por su parte, el portavoz de la policía Alfred Alabo, quien informó que había hombres armados “disparando esporádicamente”.

A través de un comunicado dijo que se desplegaron agentes de seguridad a la zona, con el propósito de controlar la situación y verificar las informaciones que dan cuenta de más de una treintena de muertos.

Ante la situación, el presidente del distrito de Mangu impuso un toque de queda de 24 horas “para garantizar que la crisis no se extienda a otras zonas”, enfatizó. La violencia es uno de los mayores desafíos del presidente electo Bola Tinubu, quien ganó las elecciones en febrero en este país.

El ejército nigeriano también se enfrenta a un violento conflicto yihadista en el noreste del país y a tensiones separatistas latentes en el sureste del territorio.

Nigeria entre los países con más desplazados

De acuerdo con el Observatorio de Desplazamiento Interno (IDMC, con sede en Ginebra) y el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC), Nigeria es uno de los países con más desplazados debido a la violencia.

Aunque muchas personas son forzadas a huir en todas las regiones del planeta, cerca de las tres cuartas partes de los desplazados internos viven en solo diez países: Siria, Afganistán, República Democrática del Congo, Ucrania, Colombia, Etiopía, Yemen, Nigeria, Somalia y Sudán (por orden decreciente del número de desplazados internos).

El ejército nigeriano también se enfrenta a un violento conflicto yihadista en el noreste del país y a tensiones separatistas latentes en el sureste del territorio. | Foto: Getty Images

Muchos de esos desplazados son víctimas de conflictos que duran desde hace años, pero las catástrofes naturales son responsables de la mayoría de los nuevos desplazamientos internos. Forzaron a 32,6 millones de personas a huir en 2022, un 40 % más que en 2021.

Para el jefe de NRC, Jan Egeland, esta acumulación de crisis forma una “tormenta perfecta”.

“Los conflictos y las catástrofes se combinaron el año pasado para agravar las vulnerabilidades y las desigualdades existentes, provocando desplazamientos a una escala nunca vista antes”, declaró Egeland en un comunicado.

También denunció la crisis alimentaria mundial, agudizada por la guerra en Ucrania, que “socavó años de avances”.

*Con información de Europa Press y AFP.