El viernes pasado, el escritor italiano engrosó la lista de los autores a los que se les quedó debiendo el Nobel. A sus 84 años murió el autor de la que para muchos es la novela más famosa de los últimos 40 años, El nombre de la rosa. Una historia medieval y gótica que al mismo tiempo es una cátedra de semiología.Eco murió en pleno ejercicio de su capacidad creativa. Publicó Número cero, su último libro, el mismo día de su cumpleaños en 2015. Sus textos abarcaban temas de la filosofía, la historia, la semiología, e incluso en sus últimos años reflexionó sobre internet y las redes sociales. Su obra fue versátil, se podía leer con una mirada académica o con la frescura de una novela policiaca. Además, fue columnista y ensayista en múltiples temas.En una entrevista que concedió a La Reppublica de Italia, a finales de 2015, Eco contó que tenía un proyecto editorial que se titularía El Barco de Tseo. A la hora de su muerte, la cuenta de Twitter de la editorial que estaba intentando crear el autor publicó: “Capitán, su barco lo saluda”.